Berhanesh Zerene es etíope y tiene una discapacidad. Probablemente, en un país como el nuestro, su evidente problema de movilidad no le hubiera supuesto una gran dificultad. De hecho, probablemente, en un país como el nuestro habría estado vacunada y nunca habría contraído la polio… Pero cuando nació Berhanesh la poliomielitis era todavía un enemigo a batir en Etiopía y más aún en remotas zonas rurales donde no era fácil que los niños tuvieran acceso a la vacunación. A los cinco años el virus de la polio atacó su cuerpo y condicionó su futuro para siempre.
Su discapacidad fue la excusa que pusieron en la escuela de su pueblo para expulsarla, ¿cómo, en las precarias condiciones en las que impartían clase los profesores, iban a poder hacerse cargo de una persona en esas condiciones? Y su discapacidad y la búsqueda de tratamiento fueron el motivo por el que Berhanesh se trasladó a Addis Abeba. Allí consiguió graduarse en la escuela y allí encontró, con apoyo de las autoridades de distrito, el que, desde hace nueve años, es “el trabajo de su vida”.
Berhanesh conoció la asociación de autoayuda SALU, que recibe apoyo de Manos Unidas y la cooperación del gobierno local y que fue fundada por personas ciegas dispuestas a demostrar que la mendicidad no es la única opción para las personas con discapacidad.
“Yo no sé qué hubiera sido de mi vida si no hubiera conocido SALU”, asegura desde el almacén que la asociación tiene en su sede en el barrio de Nifas Silk Lafto, en Addis Abeba.
Desde hace casi dos décadas, SALU imparte cursos de formación en oficios y actividades de generación de ingresos para que estas personas puedan ganarse la vida de manera digna: confección de escobas, cepillos y mopas; alfombras y esteras; cestería; corte y confección; cría de gallinas y engorde de ovejas...
Con apoyo de la asociación, muchas personas han montado su propio negocio familiar o se han establecido en cooperativas. O, como Berhanesh, han encontrado la fuerza y el coraje para no tener que “quedarse en casa”.
Hoy, y para conocer mejor el proyecto al que se van a dedicar los beneficios de La Noche de Cadena 100, que se celebrárá el 24 de marzo, tendríamos que estar en Etiopía conociendo a personas como Berhanesh Zerene, pero la actual inestabilidad política en el país ha desaconsejado que hiciéramos el viaje. Esto no es óbice para que, desde Manos Unidas y Cadena 100, dejemos contaros cómo el apoyo de tantos miles de personas puede contribuir a la integración en la en la sociedad de cientos de personas con discapacidad.
Aunque las entradas para “La Noche de Cadena 100” ya están agotadas, todavía podéis ser parte de ser parte de este proyecto capaz de cambiar radicalmente la historia de vida de unas personas que parecían condenadas sin remedio por la enfermedad y la pobreza: colabora con la Fila Cero, que hemos habilitado para ello, y #ComparteLoQueImporta.