Este miércoles ha tenido lugar en la Sala Valle Inclán de la SGAE- Sociedad General de Autores de España en Madrid, la rueda de prensa de presentación de la nueva campaña anual de Manos Unidas “Comparte lo que importa”. #ComparteLoQueImporta
Este año la propuesta de la ONG pone el foco en la palabra “compartir” para que, más allá de la enorme cantidad de mensajes que cada día se comparten en redes sociales, la sociedad comparta más información sobre la realidad de los países más pobres y sobre las posibles soluciones y alternativas a nuestro actual modelo de producción y consumo. Todo ello con el objetivo de sensibilizar a la población y conseguir un compromiso mayor de todos en la lucha contra la pobreza y el hambre en aquellos países con los que Manos Unidas colabora. La propuesta de la Organización para este 2018 tiene como fin último sumar apoyos para mejorar las condiciones de vida de los 815 millones de personas que pasan hambre en el mundo; un mundo donde la desnutrición crónica infantil afecta a 155 millones de niños menores de 5 años y 15,3 millones de personas fueron desplazadas debido a crisis alimentarias provocadas por conflictos.[1]
Para poner ejemplos concretos de ese “compartir” se ha contado con los testimonios de Marta Machain, directora de Proyectos de la Fundación Celestina Pérez de Almada de Paraguay y Juan Pablo López Mendía, misionero español que ha pasado sus últimos 21 años en Benín, ambos acompañados de Clara Pardo, presidenta nacional de Manos Unidas.
Clara Pardo fue la primera en tomar la palabra haciendo hincapié en la importancia de compartir soluciones y seguir apoyando la labor de la Organización porque, tal y como aseguró, “el último Informe sobre la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo, publicado por la FAO, fue un auténtico mazazo para todos los que trabajamos cada día en la lucha contra el hambre”. Este informe anunció que en el último año se pasó de 777 millones de personas que sufren hambre a 815 millones, un aumento que, tal y como afirmó la Presidenta de Manos Unidas, “debería hacer que la comunidad internacional se plantease, de una vez por todas, qué es lo que estamos haciendo”.
Clara Pardo destacó también la importancia de cuidar el planeta y especialmente a las personas más vulnerables que están sufriendo los efectos devastadores del cambio climático y el agotamiento de recursos. Pero también quiso dar datos y cifras para la esperanza destacando, a modo de avance, que en 2017 Manos Unidas aprobó “570 nuevos proyectos de desarrollo, por importe de más de 41 millones de euros tendentes a producir cambios en la vida de cerca de 2 millones de personas. Un trabajo que se empeña en cambiar las realidades más tozudas y, con grandes esfuerzos, termina por conseguirlo”. (LEER AQUÍ INTERVENCIÓN COMPLETA DE CLARA PARDO)
Por su parte, Marta Machain destacó la labor que realizan con las campesinas de Caaguazú en la Fundación Celestina Pérez Almada-FCPA, socio local de Manos Unidas en Paraguay. Y es que Paraguay, aseguró, “es un país construido históricamente por las mujeres” que “han tenido que luchar con sus hijos en brazos contra el hambre y la opresión y lo siguen haciendo hasta ahora. Por ello, son las principales destinatarias de nuestro trabajo”. En palabras de Machain, su país, que podía estar a la cabeza en el desarrollo, sufrió los peores efectos del progreso, la desigualdad y la injusticia: “el infortunio se enamoró de Paraguay” y como un ejemplo de ello explicó cómo el monocultivo del algodón sacrificó la tierra para la producción de alimentos, hizo que el país sufriera una crisis económica que provocó la migración de los hombres dejando a las mujeres solas a cargo de todo. Un país en el que “sólo el 6% de la tierra agrícola está disponible para la producción de alimentos, mientras que el 94% se utiliza para cultivos de exportación, soja y otros”. (LEER AQUÍ INTERVENCIÓN COMPLETA DE MARTA MACHAIN)
Por último, intervino el sacerdote riojano Juan Pablo López Mendía, quien ha pasado sus últimos 21 años como misionero en la misión de Fô-Bouré (Benín). Juan Pablo explicó cómo ese país africano, rodeado de violencia, terrorismo e inestabilidad, vive en paz por no tener recursos en su subsuelo ni “nada que rascar”. Explicó cómo la población, si bien no pasa hambre, “no pueden repetir” y su alimentación es siempre la misma: maíz y ñame (yuca gigante) mezclado con alguna salsa en los mejores de los casos.
A su llegada a la misión, hace 21 años, el misionero constató que “todo lo que tenía en la cabeza no le servía para nada” y que veía cómo vivía la población, cómo eran las casas, sin agua, sin luz, sin dispensarios… El misionero explicó cómo todas las iniciativas de desarrollo que se han llevado a cabo en la zona, y con ayuda de Manos Unidas, entre otras organizaciones, han surgido siempre del diálogo entre las mujeres: “Todos los proyectos nacen de la preocupación de la mujer por conseguir un mañana mejor. La mujer que se levanta la primera, antes del amanecer; la mujer que se acuesta la última, ya bien de noche. La mujer que no cesa de hacer frente al mañana difícil: éstas son las mujeres de Fô-Bouré”.
Después de 21 años y gracias al apoyo de Manos Unidas, el misionero destacó cómo se ha logrado aportar a la población sanidad (con la construcción y equipamiento de 10 dispensarios y maternidades), educación (con tres internados, cuatro escuelas infantiles, pistas deportivas…), mejoras para la mujer (con formación en higiene, salud, alimentación y la puesta en marcha de 28 cooperativas de mujeres que trabajan la nuez de karité), agua (con la instalación de 23 pozos, 8 embalses, 216 letrinas y redes de agua para 24 localidades con traídas y distribución a través de 210 fuentes) y electricidad (144 farolas de energía solar en 14 localidades y 24 sistemas fotovoltaicos que logran abastecer de electricidad a las localidades de la misión). (LEER AQUÍ INTERVENCIÓN COMPLETA DE JUAN PABLO LÓPEZ MENDÍA)
El encuentro con los medios finalizó recordando que el próximo domingo, 11 de febrero se celebra en toda España la Jornada Nacional de Manos Unidas con una colecta especial en todas las parroquias y se animó a colaborar a toda la sociedad española para lograr así llegar a más personas en la lucha contra el hambre y la pobreza.
[1]Datos del último informe “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo” FAO, 2017.