Un recorrido que pone rostro a las personas más perjudicadas por la crisis medioambiental.
Las consecuencias del maltrato al planeta tiene tienen también un rostro humano: el de los millones de personas castigadas por el hambre y la pobreza, de los niños, las mujeres, los ancianos…
El enfoque medioambiental que se le ha dado a la campaña es una obligación derivada del objetivo que la ONG tiene de aliviar el sufrimiento de las personas que viven en contextos de mayor vulnerabilidad.
Por ello se hace eco de un clamor que cada día suena con más fuerza y al que no podemos, ni debemos, hacer oídos sordos: el grito de la tierra herida y maltratada y el grito de las personas empobrecidas que suenan al unísono.