Este proyecto se desarrolla en 10 comunidades diamantíferas del distrito de Kono, en la provincia este de Sierra Leona. El distrito tiene una población de 505.767 habitantes, de los cuales el 65% son mujeres y jóvenes. La zona es un clásico ejemplo de comunidades cuyos recursos sociales y medioambientales se han visto negativamente afectados por la explotación y extracción minera, sobre todo de oro y diamantes. El distrito sigue siendo el epicentro tanto de actividades mineras de extracción de diamantes a gran escala, como de la explotación artesanal e individual. Se estima que hay unas 100.000 personas dedicadas a la extracción artesanal de minerales. Sin embargo, el distrito de Kono no se ha beneficiado de toda la riqueza asociada a esta actividad. Por otro lado, la incidencia del Ébola en el distrito fue muy grande. El principal problema en la región es la falta de oportunidades económicas y la creciente inseguridad alimentaria entre mujeres y jóvenes, afectados por el Ébola, quienes viven en comunidades mineras sin los recursos necesarios para una vida digna.
Desde su creación en 2002, el socio local, la organización The Sierra Leone Chesterton Center, ha estado en estrecho contacto con las comunidades de este distrito de Kono. A partir de estos encuentros, se llegó a la conclusión de que la organización y el fortalecimiento de cooperativas agrícolas es una prioridad para el futuro desarrollo del distrito. La entrega de insumos agrícolas, la formación y la organización de las mujeres y los jóvenes en cooperativas es un paso para el sostenimiento de sus iniciativas económicas.
Con el fin de que las mujeres y los jóvenes del distrito de Kono sean capaces de producir, tener acceso al mercado e incrementar sus ingresos, a través de estrategias de mercado innovadoras y del valor añadido de sus productos agrícolas, solicitan la colaboración de Manos Unidas. Esta ayuda consiste en: material y formación para las 10 cooperativas; entregar insumos para el cultivo de vegetales de rápido crecimiento, así como facilitar la formación en técnicas agrícolas; introducir estrategias comerciales innovadoras para abrir nuevos mercados; facilitar la introducción de valor añadido y comercialización de productos locales; y conectar las cooperativas con mercados, instituciones de micro finanzas y otras iniciativas gubernamentales, para asegurar su viabilidad futura.