Han pasado ya 56 años desde que Manos Unidas puso en práctica la máxima “dale un pescado a un hombre y comerá un día; enséñale a pescar, y lo alimentarás para siempre”. Más de medio siglo después, continuamos trabajando para terminar con “todas las hambres del mundo”, por medio de programas, planes y proyectos de desarrollo integral, promovidos siempre por las personas de los países más necesitados de América, Asia, África y Oceanía, con el objetivo de poner fin a esta lacra que afecta a cientos de millones de personas en el mundo.
Durante los muchos años que Manos Unidas lleva trabajando en Etiopía, hemos sido testigos de cómo la orografía, que confiere ese halo de grandiosidad característico del paisaje del norte del país, es una complicación añadida al ya de por sí duro día a día de los habitantes de la zona.
Lo caprichoso del relieve hacía casi imposible el tránsito de vehículos por algunos lugares de la woreda de Meshul, una zona aislada situada entre la frontera del Tigray y Afar, que precisamente por su inaccesibilidad, carecía de las infraestructuras más básicas. A través de nuestros socios locales, el comité de la woreda, formado por pastores nómadas, pidió a Manos Unidas que se construyera una pista para favorecer el acceso a la asistencia sanitaria y la llegada a tiempo al mercado. Manos Unidas y la Cooperación Española atendieron a la petición y la pista, de 10 kilómetros de longitud, es hoy una realidad. El primer camino al desarrollo y la unión de tres grandes comunidades de la zona, es ya un hecho.
Y en esa misma comunidad de Meshul, donde antes nunca había llegado la ayuda, hemos hecho posible el abastecimiento de agua para el consumo humano de 330 familias. Un tanque con 4.400 m3 de agua, situado en lo alto de la montaña, puede abastecer, con un ambicioso sistema de tuberías, a las cuatro comunidades conectadas. Y con ella, el progreso va abriéndose paso en estos rincones recónditos de la Etiopía rural.
El proyecto se localiza en el municipio de Jocotán, del departamento de Chiquimula, al oriente de Guatemala, donde la deforestación y erosión de los suelos constituye un grave problema mediombiental y sanitario, al que hay que sumar la extrema pobreza en la que vive gran parte de la población, perteneciente, en su mayoría, a la etnia Maya Chortí.
En la zona trabaja la Asociación para el Mejoramiento Habitacional en Guatemala (MEJORHA), que solicitó apoyo a Manos Unidas para un proyecto de mejora de las condiciones de salubridad en 60 viviendas campesinas, donde el humo y la ceniza de los fogones abiertos en el suelo, y sin chimenea, provocan enfermedades respiratorias agudas, que son la primera causa de mortalidad infantil, y de la vista, principalmente de las mujeres y niñas, que son quienes se encargan de las tareas del hogar. Además, el consumo excesivo de leña, da lugar a la tala incontrolada de los bosques.
Manos Unidas y MEHORJA, se han unido para sustituir esos fogones por cocinas ahorradoras de leña, que envían los humos al exterior a través de una chimenea. Con ello se han mejorado las condiciones de salud de las familias y se ha contribuido a disminuir en un 77% el consumo de leña y agua para cocinar, y con la consiguiente mitigación del deterioro medioambiental.
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Escucha a la Presidenta de Manos Unidas hablar sobre esta y otras realidades de Guatemala en el programa HORA 25 de la SER (a partir del minuto 34:37).
Conoce la historia de Halima en este enlace
Manos Unidas lleva muchos años trabajando para combatir y erradicar la violencia, las pandillas y el tráfico de drogas en algunas de las favelas de Brasil, esos barrios marginales en los que imperan la violencia y el narcotráfico, y donde habitan millones de personas que se han quedado en la cuneta, en un país que avanza imparable por el camino al desarrollo y en el que la brecha de la desigualdad se amplía en la misma proporción en que aumenta la riqueza.
De hecho, en 2003 comenzó nuestra relación con la ONG local Ruas e Praças, que lleva 25 años trabajando por la integración de niños en situación de abandono en la ciudad de Recife. Ahora estamos llevando a cabo un proyecto en el que hemos puesto grandes esperanzas, en la favela, a escasos dos kilómetros de Recife.
Vídeo del trabajo de Manos Unidas y Ruas y Praças.