Producción y Mercados

La alimentación y la agricultura contribuyen a mejorar las condiciones de vida de todas las personas, en especial de las más pobres, de forma económica, social y ambientalmente sostenible.

A pesar de tener los recursos necesarios, miles de millones de personas siguen afrontando una pobreza persistente, la desigualdad masiva, el desempleo, la degradación ambiental, enfermedades y diversas privaciones. Los desplazamientos y los flujos migratorios están en sus niveles más altos desde la segunda Guerra Mundial. Algunos conflictos armados se han resuelto, pero han surgido otros.

Con el crecimiento de la población ha aumentado la demanda de productos agrícolas y las actividades agrarias, la urbanización requiere alimentos que puedan ser procesados, transportados, almacenados y distribuidos con facilidad. Por tanto, el procesado y la distribución de los alimentos han pasado a ser factores clave en la transformación de los sistemas alimentarios. La activista maliense, Ibrahima Coulibaly, afirma que “no hay soberanía alimentaria sin agroecología. Y ciertamente, la agroecología no sobrevivirá sin una política de soberanía alimentaria que la respalde”.[1]

La agroecología es un conjunto de principios y prácticas que mejoran la resiliencia y perdurabilidad de los sistemas alimentarios y agrícolas, conservando al mismo tiempo la integridad social. La agroecología es una llamada urgente para que la experiencia de los productores de alimentos y de aquellos que trabajan en alimentos comunitarios locales se reconozca y se ponga en el centro de la formulación de políticas y la gobernanza de los sistemas alimentarios. Esto implica también el derecho de las personas “al control de las políticas y las prácticas alimentarias”. La agroecología se basa en las siguientes características[2]:

• Promueve principios más que normas o fórmulas de un proceso de transición.

• Es el resultado de la aplicación conjunta de sus principios y valores intrínsecos, al diseño de sistemas agrícolas y alimentarios alternativos. Por consiguiente, se reconoce que la aplicación de los principios se hará de forma progresiva.

• Los principios se aplican en diversos lugares y llevan a prácticas diferentes al ser utilizados en lugares y contextos diferentes.

• Todos los principios deben interpretarse en el marco de una mejor integración con el mundo natural, la justicia y la dignidad para los seres tanto humanos como no-humanos y los procesos.

En Manos Unidas sabemos que la ganadería y la agricultura son el principal medio de sustento de un elevado número de personas en el mundo. A pesar de ello, estos sectores se ven amenazados por medidas comerciales injustas y por la falta de recursos para su desarrollo, que fuerzan a muchas familias a emigrar a las ciudades. Por ello:

  • Defendemos el derecho a una alimentación sana, nutritiva y suficiente y trabajamos para poner fin a todas las formas de malnutrición.
  • Promovemos sistemas de producción con enfoque agroecológico.
  • Apoyamos a los pequeños productores mediante la diversificación de cultivos y productos, la modernización de explotaciones agropecuarias familiares o comunitarias y la mejora de técnicas de transformación y comercialización.
  • Cuidamos del medio ambiente promoviendo sistemas productivos sostenibles.
  • Apoyamos la economía social participativa y los emprendimientos que buscan la producción sostenible y el comercio justo, para mejorar la calidad de vida de las familias vulnerables con prácticas de equidad.

 

 

 

 

[1] Los principios de la agroecología hacia sistemas alimentarios justos, resilientes y sostenible, CIDSE

[2] Los principios de la agroecología hacia sistemas alimentarios justos, resilientes y sostenible, CIDSE

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