El proyecto se localiza en los slums o barrios marginales de la ciudad de Varanasi. En esta ciudad existen 300 slums reconocidos por el Gobierno, y más del doble ilegales. Los habitantes de esta zona son en su mayoría descastados y tribales emigrantes de otros estados dela Indiay Bangladesh. Viven en unas condiciones higiénicas pésimas. La mayoría se dedica a la recogida y venta de basuras y desechos, y algunos consiguen trabajo como conductores de rickshaws. El colectivo más vulnerable de estos grupos lo constituyen los niños, que están permanentemente expuestos a riesgos y peligros como mafias, tráfico de drogas, abusos sexuales, redes de prostitución, etc. El socio local, Asmita (Association for the Socially Marginalized Integrated Therapeutic Action), es una asociación creada por la congregación india IMS que trabaja en colaboración con otras instituciones y ONGs de la zona, rehabilitando y luchando contra las injusticias que afectan especialmente a la clase obrera inmigrante en la ciudad de Varanasi. El responsable, Fr. Dilraj lleva 19 años trabajando en los barrios marginales, donde se están llevando a cabo programas de educación no formal, generación de ingresos, formación en auto empleo, etc. Está especialmente sensibilizado con los niños, y desde hace años el gobierno le ha asignado una línea 24 horas para atención a niños en situación de riesgo, dentro del programa nacional "Childline", primera línea de teléfono de acogida de niños abandonados en Uttar Pradesh. Los niños son identificados, y devueltos a sus familias o integrados en centros de acogida del gobierno. Atienden a una media de 600 niños por año desde 2008. Manos Unidas ha colaborado con Asmita con varios programas de educación non formal en los slums (barrios de chabolas) de Varanasi y de formación profesional. El centro fue comprado por la diócesis en 2005 , exclusivamente para el uso de Asmita para sus programas de desarrollo y formación, y para su actividad de Childline (el gobierno paga los salarios del personal que trabaja 24 horas en la linea telefónica de acogida, pero los gastos administrativos y de mantenimiento corren por parte del socio local). Asmita ha llevado a cabo en su centro el último año 108 programas para 918 participantes (formación, concienciación, campamentos médicos). El edificio está en mal estado, invadido en parte por termitas, y no reúne las condiciones adecuadas de higiene (cocina y aseos) para la acogida de los niños y para el buen desarrollo de los cursos de formación, de educación y de salud. Por ello, solicitan la colaboración de Manos Unidas para la rehabilitación de las dos plantas del centro (153 m2cada planta) y el socio local aportará el terreno, gastos de supervisión, equipamiento, etc. por una cantidad total de un 20%.
Este es solo uno de los proyectos que las 71 Delegaciones de Manos Unidas están apoyando a través de sus Operaciones Enlace. Si quieres saber más sobre los 595 proyectos que nuestra organización financió el año pasado, puedes hacerlo en la Memoria Anual.