Aquí tenemos un ejemplo de VOLUNTARIADO, con mayúsculas. Después del trabajo intenso que han desarrollado, para montar, atender y desmontar el mercadillo de la parroquia de la Santa Cruz de Petrer, ahí está con la alegría de saber que su esfuerzo ha valido la pena. Desde la Delegación les animamos a que sigan viviendo su voluntariado así, con ese espíritu alegre y esa entrega desinteresada.