El pasado día 6, en la Sala Polisón del Teatro Principal de Burgos, a la 19 horas de una tarde fría y con nieve en la calle, fue todo un éxito congregar a casi 50 personas, en la conferencia del misionero burgalés Don Luis Angel Plaza Lázaro, que versó sobre sus experiencias en el gran Brasil, en concreto en la zona conocida como el sertón (en portugués sertão, proveniente de desertão, "desiertazo"), que es una vasta región geográfica semiárida del Nordeste del país. Una experiencia como párroco de unas comunidades dispersas, y como vertebrador de las mismas, con el fin de afrontar los gravísimos problemas sociales que viven.
Problemas sanitarios, con un sistema hospitalario ineficiente, debido a la corrupción política y a la falta de recursos. Las enfermedades trasmitidas por los mosquitos, son parasitarias, tanto el dengue la malaria o el virus del zika. El clima cálido, la sequía pertinaz, que hace que incluso haya ríos que desaparezcan cuando no hay lluvia, la contaminación por deshechos plásticos y el uso tradicional del agua, acumulándola ya en pequeños aljibes, hay más de mil gracias a la labor de Manos Unidas y Cáritas, que se llenan una vez al año si llueve o comprando agua de cisternas procedentes de los caudalosos ríos del Brasil. Las carreteras llenas de baches, que favorecen los asaltos en las cunetas, las malas infraestructuras de todo tipo, hacen del país una sociedad dual, donde hay gente extremadamente pobre, en el campo y en el extrarradio y otra muy rica que vive en el centro de las grandes ciudades.
La sociedad organizada en torno a una amalgama de iglesias, de todo tipo de credos, evangélicas, protestantes y católicas, en las que los valores como la vida, no tienen mucho valor si eres pobre, los asesinatos impunes por venganza, están a la orden del día, siendo la única vía de escape la emigración interior o exterior.
Motivos más que suficientes para seguir apoyando proyectos, de cambio social, ya sea en escuelas o en consultorios médicos, que ayuden a estas sociedades a desarrollarse y a crear instituciones que les saquen de la miseria. Los problemas de Brasil, son extrapolables a buena parte de Iberoamérica, donde la inseguridad física o la pobreza alimentaria, y la corrupción política está generando tantísimos problemas.