Para la colaboración con los proyectos de desarrollo que lleva a cabo en aquellas comunidades más empobrecidas fuera de nuestras fronteras.
Con fecha 27 de noviembre de 2024 se realiza en el teatro Quijano de Ciudad Real un acto solidario con aquellos pueblos lejanos, olvidados y desfavorecidos.
Y esto es exactamente al mes de vivir en nuestro propio entorno una dramática y desgarradora vivencia. Donde un mundo seguro y próspero es fatalmente golpeado y destruido no solo materialmente, sino que fatalmente con pérdidas de vidas y la consiguiente pérdida de esperanza y alegría.
Todos, gracias a Dios, nos hemos volcado con VALENCIA, y por supuesto también MANOS UNIDAS se ha conmocionado y se ha unido a echar una mano a nuestros próximos. Con el alma desgarrada ante tanto sufrimiento.
El amor no es contable, no se gasta. Y como el milagro de los peces hemos podido, sin olvidar a nuestros próximos, llegar un poco más allá, mas allá de este continente, más allá de las imágenes de dolor, y realizar un acto solidario y generoso por los que no se ven y no salen en las noticias.
La respuesta a esta llamada ha sido generosa, empezando por el ayuntamiento, dejándonos las instalaciones del teatro, los propios técnicos del mismo, desviviéndose por que todo estuviera bien, entidades colaboradoras, los ciudadanos generosos de la localidad y aquellas personas que siguen con esperanza luchando por llegar un poco más lejos. Como vimos a través de la presentación del acto a cargo de la presidenta Diocesana de MMUU, Conchi Martínez, llena de ternura ante el sufrimiento de aquí y también SIN OLVIDAR el de allá.
La obra fue exactamente como nos la vendieron, un cuento amable, un momento balsámico que nos dio ese momento de alegría y bien estar emocional que se necesita en todo momento y especialmente en estos.
Los actores lo dieron todo, nos embaucaron con sus diálogos inteligentes, su espontaneidad su capacidad de meternos en la obra a través de un inicio y un final en el que se nos involucra directamente a ser cómplices de su obra, dándonos el papel de espectadores y sin dejarnos olvidar que el artífice de esta noche era MANOS UNIDAS.
La trama, desprendía, sutil y alegremente, a través de pequeñas historias, un poquito de la naturaleza humana, de la que Chejov mostró siempre un gran conocimiento e inquietud.
Para muestra, destaco el relato del estornudo, cómo a veces nos destruimos y destruimos lo que más queremos por obsesiones tontas, llegando a hacer un mundo de un grano de arena…¡¡¡ cuántos conflictos bélicos por granos de arena!!!
Al final, creo que el público salió, como mínimo, contento.
Fue una noche que a todos nos ofreció algo, y sobre todo el ánimo de que las cosas que se hacen con amor, aunque lleven esfuerzo y quebraderos de cabeza siempre son satisfactorias.