Con motivo del Día del Ayuno Voluntario, os INVITAMOS A PARTICIPAR en el pequeño gesto simbólico de la:
CENA VIRTUAL DEL HAMBRE
Un esfuerzo generoso en privado, un pequeño sacrifico, cargado de sentido, porque: un café menos puede transformarse en material escolar para escolarizar a una niña; una cena menos puede haber proporcionado semillas para algún huerto de mujeres… Y la suma de todas las colaboraciones se ven materializadas en muchos proyectos de desarrollo en decenas de países.
Manos Unidas invita a cada persona a unirse al Ayuno Voluntario, haciendo este gesto especial en solidaridad con los millones de personas que sufren hambre cada día en el mundo y, si lo desean, pueden compartirlo realizando un donativo a la organización.
Aunque no nos podemos reunir, estaremos unidos desde los corazones, en solidaridad y generosidad, a través de esta pequeña renuncia personal, y de la oración.
Tu pequeño gesto se convierte en un gran acto porque está cargado del sentido de nuestra responsabilidad con los demás por el bien común. Con tu colaboración podemos disponer de recursos necesarios para mejorar las condiciones de vida de las comunidades más desfavorecidas en los países del sur.
La oración es necesaria porque no recuerda el drama de la pobreza y nos lo hace presente. Y nos llama a dar un paso adelante en la medida de nuestras posibilidades. El poder de la oración, ya lo dijo Jesucristo: “El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la tierra; duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece, sin que él sepa cómo.” (Mc 4, 26-27).
La oración siempre es una semilla lanzada que Dios recoge y como buen sembrador sabe dónde sembrarla para hacerla crecer. Pero una vez crecida la semilla y formada la planta, Dios nos sigue pidiendo nuestra colaboración.
CONTAGIA SOLIDARIDAD PARA ACABAR CON EL HAMBRE
EN EL MUNDO