Cruz de mayo 2024, Manos Unidas: El efecto ser Humano

08/05/2024

El viernes,4 de mayo, la delegación de Manos Unidas, un año más, se unió a la tradición de la Cruz de mayo. Para nosotros supone una actividad que trasciende más allá de la artesanía; esta iniciativa no sólo representa una expresión cultural arraigada, sino también un mensaje de solidaridad y compromiso con los valores que Manos Unidas promueve.

La Cruz de Mayo, realizada por el equipo de la delegación a partir del diseño del voluntariado joven, es un símbolo de fe y tradición, y también un recordatorio de la importancia de trabajar juntos para construir un mundo más justo y equitativo. Al igual que cada elemento de la cruz se une para formar una obra de arte, cada persona puede contribuir con su granito de arena para mejorar la vida de quienes más lo necesitan.

La actividad del viernes no solo fue una oportunidad para expresar la creatividad y el espíritu comunitario, sino también un acto de solidaridad con aquellos que luchan contra la pobreza y la injusticia en todo el mundo. En un momento en el que la unidad y la empatía son más importantes que nunca, eventos como este nos recuerdan el poder transformador de la colaboración y la compasión.

Manos Unidas trabaja incansablemente para combatir la pobreza y la injusticia en todo el mundo. En sus últimas campañas, con “el reto de la dignidad: liberar a la humanidad de la pobreza, del hambre y de la desigualdad”, ha hecho hincapié en la importancia de la igualdad de género, el acceso a la educación, el trabajo justo y la lucha contra el cambio climático.

La Cruz de mayo en 2024 representa la injusticia que la desigualdad medioambiental ocasiona en millones de personas, sobre todo del Sur global, mermando sus derechos más básicos.

Con la vista puesta en la Tierra, nuestra casa común, ese hogar que a todos acoge, que nos permite respirar, nos alimenta y nos da de beber, y al que, con enorme ingratitud, nos empeñamos en maltratar sin piedad: es “el efecto ser humano”, nuestro planeta sufre el maltrato al que lo sometemos los seres humanos.  Los más vulnerables y empobrecidos en el planeta sufren las consecuencias negativas.

Urge una conversión ecológica: una transformación personal y comunitaria. No es tarde para cambiar las cosas, reclamamos que todos y todas trabajemos con ahínco - el efecto ser humano- por la justicia climática, volviendo nuestra mirada hacia los más vulnerables. Solo así, los seres humanos podremos vivir en nuestra casa común con dignidad.

 

 

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