Los días 5 y 6 de abril ha tenido lugar en la Institución Teresiana, en Madrid, el II ENCUENTRO DE MIEMBROS DE MANOS UNIDAS, en el que participó nuestra delegada diocesana, Conchi Martínez, en representación de todos los miembros de esta Delegación de Ciudad Real. Un momento extraordinario para compartir, reflexionar y renovar nuestro compromiso con la Misión de Manos Unidas, en un espacio de unión y crecimiento.
Después del recibimiento y apertura, por parte de la Presidenta Nacional de Manos Unidas, Dña. Pilar Cecilia, acompañada por el consiliario nacional, Monseñor Santos Montoya y el viceconsiliario, D. Carlos González, comenzamos con una oración comunitaria.
Asistimos, en primer lugar, a la conferencia de Monseñor Luis Marín Sanmartín, subsecretario del Sínodo de la Sinodalidad, con el tema “Tejer lazos para construir comunidad, que nos animó a seguir trabajando en este proceso de renovación y esperanza en la Iglesia.
Una estupenda dinámica de grupos nos introdujo en el tema de la vocación laical del que disfrutamos en la Mesa Redonda con expertos, con Francisco Ramírez (Comisión Episcopal de Laicos, Familia y Vida), Silvia Martínez, (profesora de Univ. Complutense, expresidenta de la Asociación de Teólogas Españolas, laica marista) y Camino Cañón (Teresiana, expresidenta del Foro de Laicos), donde profundizamos en la vocación laical dentro de las Asociaciones Públicas de fieles -Manos Unidas- y compartimos ideas para seguir creciendo en nuestro compromiso.
Continuamos con trabajo por equipos. En mi grupo correspondiente, he podido compartir las conclusiones de un documento que previamente habíamos tratado un grupo de miembros en nuestra delegación. El documento soporte planteaba una serie de cuestiones para reflexionar: la primera parte es una "Reflexión personal" e íntima, previa a las cuestiones de la segunda parte, las que examinaríamos en grupo: "Reflexión para compartir con la dinámica de la Conversación en el Espíritu".
En el encuentro, cada grupo de trabajo hemos seguido la metodología de la "Conversación en el Espíritu", forma de comunicarnos que ya se ha aplicado en el último Sínodo. Finalmente, las conclusiones de cada uno de los equipos se han trasladado por cada portavoz al conjunto de la asamblea reunida.
Fue una Jornada intensa y enriquecedora, que favoreció la renovación de nuestras convicciones y compromiso y nos aportó más fuerza para seguir adelante, para seguir caminando todos juntos con las manos unidas, desde la Visión de Manos Unidas y la Misión que nos une para llevar esperanza allí donde se necesita.
Concluye el encuentro al día siguiente, domingo, con la celebración de la Eucaristía y despedida.
