En el Obispado de Ciudad Real, el 15 de junio de 2023, la Delegación de Manos Unidas en Ciudad Real ha presentado en rueda de prensa el balance del año 2022, con la asistencia de diversos medios de comunicación locales. Intervienen la presidenta diocesana-delegada, Conchita Martínez, y Manuel Navas, tesorero.
Bajo el lema ‘Nuestra indiferencia los condena al olvido’, la campaña anual 2022 de Manos Unidas Ciudad Real ha conseguido alcanzar unos ingresos a niveles prepandémicos, llegando a los 680.597,58 euros. De ellos, 568.221,19 euros, procedentes del sector privado, han sido destinados, a través del Fondo Común de Proyectos de Manos Unidas, a colaborar con la financiación de los proyectos, ubicados en 54 países.
Un total del 96,89% de los ingresos totales se dedican al desarrollo de proyectos de cooperación al desarrollo y proyectos de educación para el desarrollo y sensibilización.
Durante el 2022, «pese a los numerosos obstáculos surgidos por la situación mundial, los conflictos bélicos que se expanden por numerosos países en los que trabajamos, Manos Unidas apoyó 488 proyectos en los tres continentes, de los que se han beneficiado 1.700.000 personas».
Manos Unidas Ciudad Real ha advertido que con respecto a 2021, los recursos del sector público han caído un 34% (18.657, 81 euros). Por ello, han animado «a contemplar e incrementar, según los casos, sus partidas a la ayuda al desarrollo».
Se han desarrollado en toda la diócesis en torno a 422 actividades: 300 de educación para el desarrollo y sensibilización, con especial incidencia en colegios e institutos; además de reuniones de coordinación y trabajo, cursos y jornadas de formación, encuentros arciprestales, distribución de materiales, celebraciones religiosas, etc., respondiendo a las dos líneas identitarias de trabajo fundamentales y complementarias:
En conclusión: se ha producido un aumento de los ingresos procedentes de arciprestazgos y parroquias, sigue aumentando, un año más, los fondos de los socios colaboradores, y se estabilizan los fondos procedentes de los socios domiciliados que, juntos con los de las parroquias, siguen constituyendo las dos grandes fuentes de ingresos que garantizan el cumplimiento de los fines de Manos Unidas. Esto ha sido posible gracias al constante y desinteresado trabajo de sensibilización y captación de fondos de los equipos parroquiales y al acompañamiento de sus párrocos, así como a la generosidad de nuestros 137 miembros, 237 voluntarios y 1.318 socios y colaboradores cuya inestimable aportación sigue haciendo posible la continuidad de la labor de Manos Unidas, en su lucha contra la pobreza extrema y el hambre en el mundo y la desigualdad, mejorando la vida de millones de personas en los países del Sur.
«El 2022 ha supuesto un gran avance dado los anteriores dos años de poca actividad».
Este progreso es muy positivo y esperanzador porque supone que hemos recuperado nuestra actividad de una forma muy realista, adaptando la exigencia del plan a las capacidades reales que hemos ido recuperando después de la crisis de la pandemia. Podemos decir que en 2023 hemos alcanzado la normalidad, y nos sentimos motivados para aspirar a un escenario futuro donde salgamos más unidos y reforzados.