En el Seminario Diocesano ha tenido lugar, el pasado 20 de noviembre, la XIII Asamblea Diocesana de Manos Unidas, en la que participaron miembros y voluntarios de Alcázar de San Juan, Argamasilla de Alba, Argamasilla de Calatrava, Carrión de Calatrava, Ciudad Real, Daimiel, Manzanares, Membrilla, Miguelturra, Puertollano, Torralba de Calatrava y Villarrubia de los Ojos.
La Asamblea es un espacio excepcional para la vida de la Delegación. Además de saludarnos, el objetivo de la Asamblea es trabajar: revisar la situación desde la última vez que nos vimos y poner los cimientos para avanzar en el futuro. Esta, después de dos años sin celebrarse, debido a la pandemia, tenía un sentido especial, el reencuentro para estrechar los lazos que nos unen en el compromiso con Manos Unidas y coger impulso para seguir trabajando unidos dentro de una misma línea, aunando esfuerzos.
Como viene siendo habitual, la jornada se inició con la celebración de la Eucaristía, presidida por nuestro Consiliario diocesano, D. Joaquín Gutiérrez Villar, con quien concelebraron el Rector del Seminario, D. Manuel Pérez Tendero y los Consiliarios de los grupos de Manos Unidas de Membrilla, D. Raúl López de Toro y del Arciprestazgo de Puertollano y Valle de Alcudia, D. Pedro Antonio Rodríguez Menchén.
La presentación de la jornada estuvo a cargo de la Presidenta Diocesana, Dª Concepción Martínez García, quien después de tener un recuerdo especial para los familiares y amigos fallecidos y enfermos durante estos meses teñidos por el dolor de la pandemia, dio la bienvenida a todos los asistentes: miembros, voluntarios y voluntarias de Manos Unidas y a los sacerdotes que nos acompañaron en la Asamblea.
Tras las palabras de bienvenida y agradecimientos, la Presidenta Diocesana manifestó su alegría por poder saludar, vernos y sentirnos, después de este largo periodo de pandemia, experimentando como una especie de inyección de energía y esperanza. Hizo a continuación memoria de todo lo vivido y lo mucho realizado, a pesar de la crisis sanitaria sufrida, manifestando que nuestra delegación, que somos todos, ha estado a la altura de las circunstancias, a pesar de las adversidades y las dificultades, para que “nadie se olvidara que hay millones de hermanos que sufren la invisibilidad más absoluta”. Después, tuvo lugar una dinámica de grupos: seis grupos heterogéneos, constituidos por personas procedentes de los diferentes grupos arciprestales, con el fin de fomentar los lazos de fraternidad y solidaridad y un proceso comunicativo más enriquecedor. Reflexionaron en torno a cuestiones como: el sentimiento de pertenencia a una misma identidad y misión en el conjunto de la delegación, la interrelación con el responsable arciprestal y los grupos de la zona, y la necesidad de trabajar de forma unificada. A continuación, la puesta en común, con la participación los secretarios de cada grupo, expusieron el análisis y propuesta de cada uno de ellos para, finalmente extraer las conclusiones.
El espacio formativo de la jornada, tuvo su máxima expresión con la presentación del Documento Base de la Campaña 2022, a cargo de D. Fidele Podga Dikam, Coordinador del Departamento de Estudios y Documentación de los Servicios Centrales de Manos Unidas, quien profundizó entorno al concepto del reconocimiento de la realidad para transformarla y a la desigualdad que alimenta el hambre en el mundo, pues “la verdadera sabiduría supone el encuentro con la realidad” (Fratelli Tutti, 47). Si no nos encontramos con esa realidad no la podremos transformar y esa transformación ha de ser inclusiva, comenzando desde los últimos que es desde donde nos debemos situar.
Finalmente, el informe económico y de actividades a cargo del Tesorero y Secretario, Manuel Navas e Isidro González respectivamente, puso el punto final a una jornada marcada por el gozo del encuentro y con la esperanza de repetir la presencialidad el año próximo.