Con motivo del Día del Ayuno Voluntario, el equipo diocesano de la Delegación de Ciudad Real celebra la actividad “Cena del Hambre”, a la que invita a los fieles de las parroquias de la capital. Este año la ha organizado un grupo de jóvenes de la Pastoral diocesana Universitaria.
Se celebró el viernes, 10 de febrero de 2023 en la capilla de la Residencia Universitaria Mª Inmaculada, en Ciudad Real, donde tuvo lugar la oración. Cada persona detiene su actividad cotidiana uniéndose para tomar conciencia del inmenso drama que significan el hambre y la desigualdad. Es un tiempo de reflexión y oración al Padre, que puede cambiar los corazones endurecidos, y nos llama a la conversión para vivir con mayor sencillez y generosidad.
A continuación, en los salones del Centro juvenil Juan Pablo II, se realizó el acto simbólico de la “cena”. Un trozo de pan y agua fueron los “alimentos solidarios”, cargados de sentido: como gesto de apoyo a los 828 millones de personas que sufren, cada día, el hambre en el mundo. Cena simbólica, acompañada de los donativos voluntarios de los asistentes
Donar un pequeño importe de la comida, del café o del aperitivo de ese día a la lucha contra el hambre en el mundo, supone un gran aporte, porque un café menos puede transformarse en material escolar para escolarizar a una niña; una comida menos puede proporcionar semillas para algún huerto de mujeres… Y la suma de todas las colaboraciones se ven materializadas en los centenares de proyectos de desarrollo que Manos Unidas apoya, cada año, en decenas de países, en las poblaciones más desfavorecidas del planeta, en América Latina, Asia y África .
Fue un acto hermoso y emocionante. Ponerse en la presencia de Dios, iniciar con la señal de la cruz, adorando al Santísimo, invocar al Espíritu Santo, escuchar la Palabra de Dios y acoger un mensaje de Amor y Paz, intercalar silencios y música, nos ayudó a tomar conciencia de que “Frenar la desigualdad está en nuestras manos”, a dar fundamento a nuestro compromiso solidario con los hermanos necesitados, y a fortalecer nuestra vida de fe.