Bajo el lema, “COMPARTIR ES NUESTRA MAYOR RIQUEZA”, se ha celebrado este 7 de febrero a las 20,00 horas, en la parroquia San José Obrero, tras finalizar la celebración de la Eucaristía, la jornada del ayuno voluntario con “la Cena del hambre” que este año hemos querido matizar con el lema de la campaña “Compartir es Nuestra Mayor Riqueza”, poniendo el foco en lo importante y enriquecedor que es compartir la riqueza.
El programa propuesto era bastante interactivo, ayudando a interiorizar y vivir el sentido del lema de este año en Manos Unidas. Para ello se sumó a la oración algunos signos (velas encendidas), canciones y audiovisuales, entre los que estaban un corto sobre la campaña preparado por Manos Unidas España y un cuento clásico donde nos muestran el infierno y el cielo, en el que se ve que nuestra actitud ante la riqueza puede ser el propio infierno, si solo pensamos en nosotros, o el cielo si compartimos con los demás.
Gracias a Dios la colaboración de los feligreses de la parroquia fue muy abierta y cariñosa, facilitando la interacción entre los miembros de San José Obrero y los de Manos Unidas, haciéndonos sentir una gran familia.
También destacable la implicación del coro parroquial, que conectaron perfectamente con el sentido del lema de la Campaña de Manos Unidas, logrando fuera una celebración donde se sintió la alegría y la esperanza.
La cena en si consistió en llevar algo que pudiéramos compartir con los que no tenían, para vivir la satisfacción de dar y la humildad de recibir. Pero no fue fácil ya que la lluvia limito los comensales, así como la dificultad de prever las personas que asistirían; y finalmente lo que hizo imposible fue el generoso sentido de la hospitalidad manchega “todos querían aportar”. Pero aun así la gente comprendió el significado y se esforzó por compartir y preocuparse por los demás.
Como reseña: una fraternal reunión de oración y cena donde las personas descartadas tenían su sitio en cada uno de nosotros.