El miércoles 8 de febrero, en el ecuador de la semana grande de la Campaña contra el hambre, un buen grupo de miembros y voluntarios de la delegación de Manos Unidas compartimos con nuestro socio local en Bolivia, Marcelo Arandia Alarcón, una comida fraterna en el salón de actos de la Casa de la Iglesia. Fue un momento entrañable en el que compartimos algo más que alimentos y recetas manchegas, preparadas con cariño por el equipo de Manos Unidas, para agradecer a nuestro invitado tanto como ha compartido con nosotros a lo largo de toda la semana, con su presencia y testimonio en las diferentes actividades en las que se ha hecho presente. Gracias, Marcelo, por tu testimonio y entrega a los más desfavorecidos.