Sumándonos a la acción que se lleva a cabo en muchas parroquias de nuestra diócesis, con el apoyo de los voluntarios y las voluntarias de Manos Unidas la Comisión Permanente, constituída con los diferentes responsables comarcales/arciprestales y el equipo directivo, en la reunión mantenida el 9 de noviembre de 2024, ha encendido la luz compartida, símbolo de solidaridad , con la convicción de que cada luz, cada gesto, contribuye a un mundo más justo y solidario. Con la oración del Manifiesto, rogamos al Espíritu Santo que Su Luz encienda nuestros corazones con el fuego de su Amor y de la solidaridad y que ilumine nuestro compromiso con la Creación, el cuidado de la familia humana, para contribuir a la construcción de la fraternidad universal.
La llama que encendemos simboliza nuestro firme compromiso con un futuro donde cada ser humano tenga acceso a sus derechos fundamentales, donde la justicia sea el principio rector y la compasión supere a la indiferencia.