El día 11 de mayo nos reunimos en Membrilla alrededor de 60 personas entre miembros, voluntarios y colaboradores de distintos pueblos de la diócesis (Argamasilla de Alba, Ciudad Real, Daimiel, Manzanares, Membrilla, Miguelturra, Tomelloso, Valdepeñas y Villarrubia de los Ojos), para celebrar la convivencia diocesana anual de Manos Unidas, en gran armonía y fraternidad.
Comenzamos con una bienvenida de los amigos voluntarios de Membrilla, a cargo de la responsable del grupo parroquial de Manos Unidas, Asun Alcaide, quien nos detalló el itinerario a seguir en esta jornada de convivencia que pretende estrechar lazos entre miembros y voluntarios de la familia de Manos Unidas, para seguir trabajando, con fuerzas renovadas, en beneficio de nuestros hermanos del Sur; a continuación, una visita guiada a la ermita de la Virgen del Espino, patrona del municipio, la cual estuvo muy bien explicada por el que fuera en su día alcalde de la localidad D. Antonio Arroyo Vila.
Una oración, en la capilla de la Virgen, dio por terminada dicha visita, con un pequeño descanso y refrigerio e iniciamos seguidamente el camino a pie para ver un antiguo molino de agua de la localidad.
Después eucaristía en la Iglesia de Santiago el Mayor, presidida por D. Pablo Martín del Burgo, párroco y consiliario del grupo parroquial de Manos Unidas, en cuya homilía dejo muy clara la función de Manos Unidas como organización de la Iglesia Católica en ayuda a los más desfavorecidos, lejos de nuestras fronteras, agradeciendo el compromiso desde la fe, a todos los miembros y voluntarios de la institución eclesial. Concelebraron la eucaristía D. Felipe Muñoz, nuestro consiliario diocesano, que nos acompañó en esta convivencia y D. Ángel Francisco, consiliario del grupo de Manos Unidas de Mancha Sur, concluyendo la jornada con una comida de fraternidad, preparada con mucho cariño por los cónyuges de algunas voluntarias del grupo de Membrilla, a los que finalmente nuestra presidenta diocesana, Conchi Martínez, agradeció su generosa colaboración, junto a todos los voluntarios y colaboradores de Membrilla y de toda la diócesis allí presentes por este día tan estupendo y gratificante que nos une cada vez más en nuestra labor solidaria con gran ilusión y alegría.
