En la tarde del pasado miércoles 13 de marzo, se hizo entrega, en el salón de actos del Centro Cultural La Confianza, de los premios a los trabajos ganadores del Certamen de Tarjetas Solidarias organizado por el grupo de Manos Unidas en Valdepeñas. Asistieron unas 150 personas, destacando la presencia de los finalistas, que estuvieron acompañados de padres y catequistas.
En el certamen se establecían dos categorías: 1ª categoría (niños/as que cursan 2º y 3º de Primaria) y 2ª categoría (niños/as que cursan 4º, 5º y 6º de Primaria). Para valorar los trabajos presentados, el jurado ha tenido en cuenta, entre otros aspectos, las referencias a Manos Unidas/Campaña contra el Hambre, al lema de la Campaña de este año, el mensaje solidario que se incluía así como la originalidad de los trabajos presentados, más de 300 trabajos, que estuvieron expuestos hasta el 22 de marzo en el patio de columnas de dicho centro cultural.
En el acto de entrega de premios se reconoció a los 10 finalistas de cada categoría con un diploma; los mejores trabajos recibieron material escolar y una camiseta de Manos Unidas.
Conchita Martínez García, delegada diocesana de Manos Unidas puso el broche final al acto, comunicando la experiencia vivida durante su visita a los proyectos que Manos Unidas está desarrollando en Calcuta (India).
Conchita felicitó al grupo de voluntariado de Manos Unidas de Valdepeñas por esta actividad de sensibilización tan adecuada, porque a través de la creación artística, de manera lúdica e imaginativa, se puede llegar de forma motivadora a la reflexión para fomentar la comprensión de otras realidades y, en consecuencia, la solidaridad y la adopción de compromiso y responsabilidad para cambiar nuestros comportamientos y para cambiar el mundo. Así mismo, agradeció a todos los chicos y chicas su participación y valoró los trabajos tan bonitos y tan significativos realizados. La exposición ha puesto de manifiesto su comprensión y respaldo a la misión de Manos Unidas y su compañerismo y fraternidad, como valores imprescindibles de solidaridad con los demás.
En esta charla, dirigida a un público mayoritariamente infantil, la delegada presentó los proyectos dirigidos fundamentalmente a niños y niñas, para dejar constancia del valor de la formación y la educación, argumentando que el aprendizaje favorece la constitución de una sociedad basada en la igualdad y la justicia, en las que las personas vean respetados su dignidad y desarrollo integral como seres humanos. Justificó el testimonio dado por un alumno de los espacios educativos del puente Hasting (promovidos por un proyecto de desarrollo de MMUU) a la pregunta de por qué les gustaba estar allí: “Me gusta aprender. Quiero aprender para seguir aprendiendo”.
Para que comprendieran lo diferente que es vivir en India, un país en desarrollo, con muchas dificultades, carencias y necesidades, con respecto a la vida en España, en su ciudad, quiso, primero, acercarles las costumbres y los hábitos más simpáticos que forman parte de su cultura, que nos sorprenden: saludos y recibimiento, sus vestidos (el bindi y el turki), el tuk-tuk, la vaca sagrada, la exuberancia de flores, etc. Porque la India es un país fascinante, la cultura india es colorida y vital, pero frente a estas costumbres, hay otras poco ejemplares y comprensivas, motivo por el que es importante la educación, para abrir las posibilidades de vida digna y desarrollo. Les describió algunos proyectos, apoyándose en imágenes y audios, como procesos que deben llevar a transformaciones y cambios sociales, de forma que se alcancen condiciones de vida digna para todas las personas.
Con este enfoque “más anecdótico” la delegada suscitó el interés de los asistentes que, motivados, también hicieron algunas preguntas notables sobre los proyectos presentados.