En la tarde del martes 7 de febrero, tuvo lugar una larga entrevista en la TV de Daimiel “Programa Iglesia en Marcha”, a la presidenta diocesana de Manos Unidas, Conchi Martínez, y al socio local de Manos Unidas en Bolivia, Marcelo Arandia. Durante más de 45 minutos difundieron ampliamente aspectos concretos de la estructura, organización y fines de Manos Unidas, por parte de su presidenta y el trabajo desarrollado por el socio local, en su calidad de director regional del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado CIPCA, en Santa Cruz de Bolivia.
Aparte de exponer cómo está organizada Manos Unidas, inspirada en el Evangelio y en los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, a nivel nacional y provincial, con sede en 72 delegaciones, organización del voluntariado con sus grupos arciprestales y parroquiales, y de las dos grandes líneas de acción de Manos Unidas, para erradicar la pobreza y el hambre: la educación para el desarrollo a través de la sensibilización, y la captación de recursos para impulsar proyectos de cooperación al desarrollo, la presidenta presentó la LXIV Campaña contra el hambre, bajo el lema: “Frenar la desigualdad está en tus manos”. Una desigualdad que se ha convertido en la mayor amenaza y el mayor desafío a nivel mundial, por ser una de las causas más relevantes que genera pobreza y hambre. Y como esta desigualdad es estructural, combatirla supone abordar algunas estrategias, tales como el trabajo decente con ingresos justos, para la dignificación de la vida personal y familia; las políticas públicas, donde el gasto social debe considerarse como una inversión social para integrar a las personas más vulnerables y la participación social y política que garanticen la democracia y el estado de derecho.
Por su parte, el socio local de Manos Unidas en Bolivia, realizó una amplia exposición de su labor de promoción y acompañamiento a la comunidad campesina indígena guaraní, trabajando en procesos de fortalecimiento de sus organizaciones sociales para dinamizar sus cualidades democráticas, interculturales con ejercicio efectivo de sus derechos; para la promoción de un desarrollo rural sostenible, con enfoque territorial y agroecológico; además de contribuir a que los Territorios Indígenas cuenten con gobernanza ambiental y resiliencia desde un desarrollo inclusivo, equitativo e intercultural. Agradeció mucho el apoyo y la alianza con Manos Unidas y a la sociedad daimieleña por su sensibilidad con los empobrecidos.