El equipo diocesano de Manos Unidas nos sumamos a la acción global, mostrando la luz simbólica de solidaridad.
Como hijos de Dios, la LUZ, queremos iluminar a los hermanos ensombrecidos por la desigualdad y la pobreza en los países más desfavorecidos del planeta.
Queremos que este gesto de encender una llama sea símbolo de la esperanza y de nuestro compromiso por transformar el mundo.