En la tarde del pasado miércoles, 12 de febrero, en la Parroquia de Santiago de Ciudad Real, nos reunimos un buen número de personas, en torno a unas 100, para orar por las intenciones de Manos Unidas y en solidaridad con los más desfavorecidos de los países del Sur, con los que trabaja Manos Unidas.
En el marco de la LXVI Campaña contra el hambre, con el lema: “Compartir es nuestra mayor riqueza” y tras el gesto de llevar el cartel de la Campaña a los pies del altar, por parte de un voluntario de Manos Unidas, oramos y reflexionamos en adoración ante el Santísimo Sacramento, sobre la necesidad de poner la riqueza mundial al servicio de la humanidad, para así luchar contra la pobreza, el hambre y la desigualdad, meditando algunas cuestiones planteadas por el sacerdote celebrante, en torno a la verdadera prosperidad y al valor de compartir.
La vigilia se desarrolló mediante una presentación de diapositivas y la guía de una voluntaria de Manos Unidas, con la colaboración del coro parroquial. Tras la proyección del vídeo de Campaña, se inició una sencilla procesión y Exposición del Santísimo, acompañado por tres voluntarios que portaban una bandeja con 4 velas, un cesto de romero y flores aromáticas y el libro de la Encíclica “Laudato Sí, mientras se escuchaba la canción “heart of couraje”, recitándose posteriormente por diferentes voluntarios de Manos Unidas textos de la Laudato Sí, que ayudó a tomar conciencia del clamor de la hermana tierra por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella, a caer en la cuenta que el ser humano tiene derecho a vivir y ser feliz considerando los efectos de la degradación ambiental, continuando con la meditación de otras cuestiones sobre la persona como imagen de Dios independientemente de su raza, cultura, religión, la colaboración y responsabilidad de este mundo como casa común de todos, así como nuestra visión de la manifestación de Dios en la naturaleza y las personas.
Continuó la vigilia con otros gestos, como portar un panel con el mapamundi invertido y una bandeja con 5 velas encendidas de colores diferentes, por dos voluntarios más de Manos Unidas, y un tercer gesto por otra voluntaria portando, hasta el altar, una cesta de futas de los diferentes continentes, momento en que se recita otro texto de la Laudato Sí, sobre “los frutos de la tierra pertenecen a todos” y se medita otras cuestiones planteadas por el celebrante, en torno a cuántas cosas de las que disponemos no utilizamos, cuales no necesitamos, la búsqueda de la necesidad del otro o cómo influye nuestro consumo en los demás.
Finalmente, tras la lectura y meditación del Evangelio (San Lucas 12, 13-21), y la oración de los fieles, se procedió a la bendición y reserva del Santísimo, concluyéndose con la lectura del Manifiesto contra el hambre y el canto: “Enciéndeme”, acompañado por el coro de la parroquia. Una bella velada ofrecida con mucho amor a nuestro Señor.
Agradecemos a los párrocos de Santiago Apóstol su apoyo a la campaña de Manos Unidas y su solidaria colaboración con esta Delegación. Muchas gracias también a los dos coros de esta parroquia que nos han acompañado en las oraciones con sus preciosas voces y sensibilidad en las distintas celebraciones que hemos compartido con la feligresía de Ciudad Real: charla testimonial, vigilia de MMUU, y Eucaristía institucional de la Jornada Nacional de MMUU en la catedral.
¡Muchas gracias! Unimos nuestras manos y entre todos hacemos del compartir "nuestra mayor riqueza", que nos proporciona la alegría de la fraternidad y la esperanza por un mundo más próspero para todos.