Desde Manos Unidas damos la bienvenida al nuevo Papa, Leon XIV, con profunda emoción, esperanza y alegría. Le acompañamos con nuestras oraciones en esta nueva etapa de servicio al Pueblo de Dios y al mundo.
Sabemos que, guiado por el Evangelio y el ejemplo de Jesucristo, continuará con firmeza la labor de la Iglesia en favor de los más pobres y vulnerables, una misión que forma parte esencial de nuestra fe desde sus orígenes. Esta misma vocación ha sido el motor del trabajo, por un mundo más justo, humano y solidario, que Manos Unidas desarrolla desde hace más de 60 años.
Que su pontificado sea signo de esperanza, justicia y fraternidad para toda la humanidad, especialmente para quienes más lo necesitan.