El Mirador del Patio de San Eulogio, con el privilegiado escenario de fondo de la Mezquita Catedral, el custodio San Rafael y el Guadalquivir, ha sido el lugar donde, en esta décima edición de la Campaña Enciende la Llama, se han dado cita voluntarios y amigos de Manos Unidas.
El fin de la campaña es que tanto la sociedad cordobesa, como a través de la redes sociales todos puedan sumarse, de manera activa, a esta iniciativa y demostrar así su apoyo y compromiso con los países del Sur así como a la acción que Manos Unidas realiza en ellos. La presencia de la llama de las velas que portaron los más de cincuenta voluntarios reunidos allí, junto a la de otros voluntarios y beneficiarios de Manos Unidas repartidos por todo el planeta, es símbolo de la promesa de un mundo mejor y es la luz que ilumina a los que nada tienen y viven en la oscuridad de la pobreza, ha manifestado la delegada diocesana Pepa Iribarnegaray, durante la lectura del manifiesto de la Campaña.