Un año más las voluntarias de Manos Unidas de Córdoba han participado acompañando al Santísimo en la procesión del Corpus Christi que se celebró ayer Domingo, día 22 de junio, por las calles de la ciudad, cuyo emblema más significativo es la magnífica custodia de Enrique de Arfe (1514-1518).
Precedida por la eucaristía en la Santa Iglesia Catedral, nuestro obispo, don Jesús Fernández, llamó a sentirnos corresponsables de nuestros hermanos, en especial de los más empobrecidos y de aquellos que están sufriendo las consecuencias de las guerras que lastiman al mundo. Especialmente en este año del Jubileo de la Esperanza, el pueblo de Dios ha de ser un referente en un mundo herido por la incertidumbre y la exclusión.
En el desfile procesional pariciparon las diversas realidades de la iglesia diocesana como las cofradías penitenciales, sacramentales y de gloria y los distitntos movimientos diocesanos, entre los que se encuentra Manos Unidas. En una calurosa tarde, no solo en la temperatura y que daba comienzo al verano, la participación y la fraternidad también aportaron su calor.
