Aunque si bien es cierto que el trabajo de las voluntarias y voluntarios de Manos Unidas no cesa nunca, cuando llegan estas fechas de final de curso, reunirse para hacer balance del tiempo empleado y celebrar la eucaistía juntos es una costumbre muy saludable. Así lo ha hecho el voluntariado de Córdoba capital el pasado 8 de junio, en una reunión previa a la misa celebrada por nuetro consiliario Agustín Moreno, en la parroquia de Santa María Madre de la Iglesia. En ella, impulsó al grupo de Córdoba a continuar con esta importante labor de entrega y generosidad hacia los más empoblrecidos de la Tierra. En un mundo en el que el individualismo y los conflictos se dejan notar de forma notable, en especial, entre los más empobrecidos, es necesario el trabajo de Manos Unidas para dar esperanza y futuro a tantas personas que sufren estas las injusticias.