Feliz año nuevo a la Iglesia Católica y a Manos Unidas
Esta carta pretende ser una acción de gracias hacia todos y cada uno de los componentes de Manos Unidas por su labor en este año de pandemia que la humanidad está sufriendo y especialmente en los paises más pobres del mundo África, America del Sur y Asia.
GRACIAS a los miembros de Manos Unidas, que han elegido este carisma, esta vocación, como forma concreta de servir a la Iglesia Católica en su opción preferencial por los más pobres.
GRACIAS a los voluntarios de Manos Unidas, que con su esfuerzo y dedicación han empleado tiempo en su lucha por acabar con el hambre en el mundo.
GRACIAS a los socios y donantes, que con sus aportaciones periódicas hacen posible la financiación de los proyectos que tiene Manos Unidas por todo el mundo. También a las aportaciones puntuales.
GRACIAS a los cooperantes y misioneros, que denuncian e indican las necesidades de estos pueblos y vigilan para que los proyectos lleguen felizmente a su fin.
GRACIAS a los colaboradores y simpatizantes, que de forma ocasional apoyan y ayudan a conseguir los fines que Manos Unidas se ha propuesto.
GRACIAS a las parroquias, que motivadas por sus párrocos, sacerdotes y catequistas, consiguen, cada año, sensibilizar y captar fondos para la Campaña contra el Hambre en el Mundo que organiza Manos Unidas el segundo domingo de febrero de cada año.
GRACIAS a los colegios, institutos y universidades, cuyos directores, profesores, personal auxiliar y alumnos hacen posible la sensibilización en nuestra sociedad de la pobreza extrema que están sufriendo más de 800 millones de personas en el mundo.
GRACIAS a las empresas e instituciones, que cofinancian los proyectos más necesarios y urgentes en favor de los más pobres.
GRACIAS a las personas que han organizado y participado en los eventos, culturales, deportivos y mercadillos solidarios que han servido para sensibilizar y captar fondos para los fines de Manos Unidas.
GRACIAS a MANOS UNIDAS ORANTES, que han rezado incansablemente para que los voluntarios no se desanimen y para que los pobres no perdamos la esperanza de conseguir una vida digna con la ayuda de vosotros. También han orado por los enfermos y ancianos.
GRACIAS a la Diócesis de Getafe y a D. Ginés, su obispo, que siempre han apoyado incondicionalmente a Manos Unidas y a sus fines, de palabra y obra, asumiendo dos grandes proyectos financiados por la Diócesis en África(Uganda) y América del Sur (Honduras).
GRACIAS AL PADRE, GRACIAS AL HIJO Y GRACIAS AL ESPIRITU SANTO.
Juan Antonio Montes Paniagua
Presidente Delegado de Manos Unidas en la Diócesis de Getafe