En el principio creó Dios los cielos y la tierra
Y Dijo Dios: Haya luz y hubo luz y llamó Dios a la luz día y a las tinieblas noche
Y Dijo Dios: “Haya un firmamento en medio de las aguas, y separó las aguas que hay debajo del firmamento de las que hay arriba.
Y Dijo Dios: “Acumúlense las aguas que hay debajo de los cielos en una sola masa y aparezca suelo seco “tierra” y al cúmulo de las aguas llamó “mares”
Y dijo Dios “Brote de la tierra verdor: hierbas de semilla y árboles frutales que den sobre la tierra fruto con su semilla dentro. Y así fue.
Y dijo Dios: Haya lumbreras en el firmamento celeste para separar el día de la noche y para alumbrar la tierra. Y así fue, hizo la lumbrera grande para iluminar el día y la lumbrera pequeña para iluminar la noche y las estrellas. Y para separar la luz de las tinieblas.
Y dijo Dios: “Bullan las aguas de bichos vivientes y revoloteen aves sobre la tierra. Y así fue. Y los bendijo Dios diciéndoles: Sed fecundos y multiplicaos y llenad las aguas de los mares; y multiplíquense las aves en la tierra
Y dijo Dios: “Produzca la tierra seres vivientes según su especie: ganados, sierpes y alimañas según su especie. Y así fue
Y dijo Dios: “Hagamos al hombre a imagen nuestra, según nuestra semejanza”, y dominen en los peces del mar, en las aves del cielo, en los ganados y en todas las alimañas y en toda serpie que serpea por la tierra. Y creo Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó. Y los bendijo Dios y les dijo: “sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla, dominad en los peces del mar, en las aves del cielo y en todo animal que serpea sobre la tierra.
Y dijo Dios: “Mirad que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre el haz de toda la tierra y todo árbol que lleva frutos de semilla; eso os servirá de alimento.
Y vio Dios todo cuando había hecho y he aquí que estaba muy bien
Y al día séptimo cesó Dios de toda la tarea que había hecho y bendijo. Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó. porque en él cesó Dios de toda tarea creadora que había realizado.
¿Qué hemos hecho con la creación? ¿Qué estamos haciendo con la casa común?
El hombre es la única criatura en la naturaleza capaz de cambiar la vida en el planeta. Para bien o para mal.
Para mal ya hemos demostrado que sabemos hacerlo.
Para bien, nos queda la esperanza, de que vamos a hacerlo.
La humanidad consciente del daño que hemos realizado a la naturaleza, a la obra de Dios, estamos tomando conciencia de que aún llegamos a tiempo de identificar el mal que hemos hecho, sus causas y aplicar ya las posibles soluciones.
Está en nuestras manos cuidar de la casa común que nos dio el Creador en la que todo “estaba bien”
Juan Antonio Montes Paniagua
Presidente delegado de Manos Unidas
Diócesis de Getafe
