El cansancio de los buenos
Los problemas de nuestro mundo no derivan sólo de las acciones malas, de las decisiones mal tomadas, de la corrupción, la violencia, sino también y en mayor medida, de la actitud contemplativa de ese otro medio mundo que considera que los problemas de “los otros” no les conciernen. Esos otros que sufren no son personas, son cifras.
No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos. Martin Luther King
Dormimos tranquilos porque tenemos las conciencias anestesiadas.
Estamos tan acostumbrados a las cifras y a los datos que no son más que eso; datos:
1/6 de la humanidad muere por malnutrición
Dos millones de niños son explotados sexualmente en América Latina
150 millones de niños en el mundo trabajan para que los ricos ganen más dinero
Se prevé que en 2030 el mundo tendrá que enfrentarse a un déficit mundial del 40% de agua en un escenario climático en que todo sigue igual. Y seguimos sin hacer nada.
850 millones de personas viven aún en pobreza extrema. Miles de niños sufren las consecuencias de la pobreza y pasan hambre a diario.
La información en forma de datos nos dice que cada día en este mundo que habitamos, millones de personas sufren por distintas causas, hambre, paro, esclavitud, violencia, guerras, persecución…INJUSTICIAS, de las que nos guste o no, nos moleste o no, ¡todos somos responsables!
Espero que nadie se sienta ofendido por esta afirmación. Sé que muchos de nosotros podemos pensar y hasta creer que somos “buenos”, porque realmente no hacemos nada malo, pero el problema está en el “hacer nada”. Esa NADA es la verdadera enfermedad de nuestros días, de nuestro siglo, de nuestra sociedad; Supone indiferencia y pasividad, es el preocupante Silencio de los buenos. Humanos deshumanizados-
Y es que ser indiferente es una posición que tomamos, una decisión que condiciona la situación del mundo que compartimos con otros, dice Schilling. Tenemos que dejar de asumir como dada una realidad injusta para muchos seres humanos, y dejar de ser cómplices por acción o por omisión.
La pregunta incómoda es para todos y cada uno de nosotros, y ¿tú qué vas a hacer?
Dios y sus hijos pobres espera tu respuesta.
Juan Antonio Montes Paniagua
Presidente delegado de Manos Unidas
Diócesis de Getafe