Manos Unidas tiene una razón de ser: Ayudar a las comunidades cristianas de las diócesis españolas a crecer en sensibilidad hacia las personas más desfavorecidas en países empobrecidos.
Vuestras aportaciones económicas es expresión de solidaridad y compromiso por parte de la comunidad cristiana.
Las horas que dedicáis al voluntariado, también. Doble bien: para ti y para el hermano pobre.
Esto se materializa en proyectos de desarrollo en favor de nuestros pueblos más pobres.
Doble estrategia: concienciar aquí (países ricos), para poder ayudar allí (países pobres).
Concienciar de que todos somos hermanos, por tanto, todos somos responsables de todos.
Gen 4,9-16 Y el Señor le dijo a Caín: «¿Dónde está tu hermano Abel?» Y él respondió: «No lo sé. ¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?» Y el Señor le dijo: «¿Qué es lo que has hecho? Desde la tierra, la voz de la sangre de tu hermano me pide que le haga justicia.
Vivimos en una sociedad marcada por el individualismo en la que la desigualdad, terminamos “normalizándola”.
A veces el comportamiento consumista y egoísta y ciertas actitudes pasivas contribuyen a la marginación de millones de seres humanos.
Hecho 2,45 “vendían todas sus propiedades y sus bienes y los compartían con todos, según la necesidad de cada uno”. ¡Qué lejos estamos del comportamiento de los primeros cristianos!
No tomar conciencia de la desigualdad para poder actuar contra ella, hará más invisible y olvidados a las personas más pobres del mundo.
Podemos frenar y acabar con la desigualdad. Está en nuestras manos.
Feliz Pascua de Resurrección. Pongamos todos nuestros proyectos en manos de María Virgen
Juan Antonio Montes Paniagua
Presidente delegado de Manos Unidas. Diócesis de Getafe