¿Deseas honrar el cuerpo de Cristo?
No lo desprecies, cuando lo contemplas desnudo en los pobres, abandonados en su frio y desnudez. Porque el mismo que dijo “Esto es mi cuerpo” afirmó también “Tuve hambre y no me diste de comer…siempre que dejasteis de hacerlo a uno de estos pequeñuelos, a mí en persona lo dejasteis de hacer”. Los pobres necesitan que nos preocupemos de ellos.
¿Deseas honrar el cuerpo de Cristo?
Honremos a Cristo de la forma que Él quiere ser honrado, lo que a Él le agrada, no lo que a nosotros nos place. Y Él nos indicó el ¿cómo? Compartir y distribuir nuestras riquezas a los pobres. Por encima de todo, caridad para con los más necesitados.
Compartir los bienes es provecho para el que da y… para el que recibe. La limosna es signo de amor y de caridad. Seremos examinados en el amor.
¿Deseas honrar el cuerpo de Cristo?
Da primero de comer a los pobres y luego con lo que te sobre adornarás la mesa de Cristo. Pues esto es lo que haces con Cristo cuando lo contemplas errante, peregrino y sin techo y, sin recibirlo, te dedicas a adornar el templo. Hay que hacer lo uno y lo otro, pero opción preferencial por lo primero, por los más pobres.
Mejor preocuparnos del hermano necesitado que del adorno al templo. Nadie resultará condenado por omitir esto segundo, en cambio, tendremos que responder si descuidamos lo primero.
Por tanto, aprendamos a ver el cuerpo de Jesús en los pobres y necesitados.
Juan Antonio Montes Paniagua
Presidente-delegado de Manos Unidas en la Diócesis de Getafe.
Un fuerte abrazo en Cristo Jesús a través de los brazos maternales de María.