CARTA DEL MUNDO POBRE AL MUNDO RICO - SEPTIEMBRE 2021

EL HAMBRE DE LOS HOMBRES

Mt 14,14 “La multitud estaba como ovejas sin pastor…sintió lástima y comenzó a curar a los enfermos” - Mt 14,16 “Dadles vosotros de comer”

¿Cómo? ¿a cinco mil personas? Si solo tenemos cinco panes y dos peces.

Lo más importante para ser de veras un instrumento de Dios es tener conciencia de la desproporción entre la misión que se nos asigna y nuestra propia capacidad.

Cuando nos proponemos la Campaña contra el Hambre en el Mundo nos sentimos desbordados, como si fuera imposible semejante empresa de alimentar y esperanzar a nuestros hermanos los más pobres.

Pero nuestra pobreza enriquecerá a otros, nuestros propios recursos solucionarán muchas necesidades. Con nuestra pequeñez, nuestros dones y su mucho amor, Dios lo hará posible.

Estamos llamados a mirar con misericordia a la gente que nos encontramos, para socorrer en ella las carencias que puedan tener: sus dolores, sus preguntas, sus hambres.

Esta labor la haremos siempre en pobreza y desproporción porque se nos envía a saciar el hambre de 900 millones de personas con nuestra pobreza personal y nuestros pocos recursos, los panes y los peces de nuestra pequeñez. Pero lo que es imposible para nosotros, Jesús está dispuesto a realizarlo. Solo se precisa el pequeño gesto de ofrecer humildemente nuestra pobreza. Jesús nos pide nuestro poco, y Él hará el mucho que los más pobres del mundo necesitan imperiosamente.

Recordar hay varios tipos de hambres: Hambre de Dios, de cultura y de pan

Los que están en pobreza extrema, los que pasan hambre tienen las tres clases de pobreza.

Voluntarios de Manos Unidas, aunque penséis que es poco lo que estáis haciendo, en el fondo es mucho porque Dios los multiplica y lo hace suficiente para cubrir las necesidades de sus hijos, nuestros hermanos más desfavorecidos por la vida. Gracias por vuestra generosidad.

No dejes de aportar tus panes y tus peces, son la esperanza de la Humanidad necesitada.

Un abrazo en Cristo Jesús a través de los brazos maternales de María, nuestra Madre.

Juan Antonio Montes Paniagua

Presidente-delegado de Manos Unidas en la Diócesis de Getafe

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