En el año 2000, la congregación de Carmelitas Vedrunas, socio local de Manos Unidas, se instaló en un barrio al norte de Lomé, capital de Togo y con el aoyo de la ONG, construyeron un edificio en medio del mercado que sirve de escuela y centro de reunión para realizar trabajos de sensibilización, animación y formación entre adultos, sobre todo mujeres; y de acompañamiento, tratamiento psicológico y educativo entre los niños y los jovenes.
Este fué uno de los proyectos realizados en el año 2023.