Durante 2023 en Manos Unidas, queremos poner en valor acciones y compromisos para frenar la desigualdad.
Queremos hacer un llamamiento por un mundo donde todos valgamos lo mismo y nadie se quede atrás.
Manos como las tuyas serán las protagonistas, todas las manos suman, todas cuentan y todas son necesarias, para hacer frente al hambre en el mundo.
Este año con el lema: "Frenar la desigualdad está en tus manos"
Justina Banda, nació en una familia cristiana, vivía en Kamativi, allí estaban los misioneros del IEME y las Misioneras Hijas del Calvario (la vocación de estas misioneras es de entrega en los calvarios del mundo, es decir, con los pobres y desamparados, con los enfermos que no cuentan con medios para ser atendidos, con los huérfanos…) La atrajo el carisma de las hermanas: trabajar con los más pobres. Ingreso en la orden a los 15 años.
Ha tenido la experiencia de vivir en otros países, en diferentes misiones que le han sido encomendadas, por lo que conoce de primera mano las diferencias sociales y alimenticias entre los llamados países desarrollados y los subdesarrollados.
Ha recorrido medio mundo predicando y hablando de las misiones de su congregación. Estuvo en Estados Unidos donde aprendió matemáticas e ingles, Alemania y seis años al mando de la vicaria general de su Congregación en Roma antes de volver de nuevo a su país.
Con Manos Unidas, ayuda a huérfanos y enfermos
Precisamente en su vuelta fue cuando comenzó a colaborar con Manos Unidas. Ha colaborado en muchos proyectos que Manos Unidas desarrolla en Zimbabwe: la construcción de un hogar para huérfanos en Binga, de un salón multiusos para la misión en Dete y la de un hospital en Kariyangwe.
También Manos Unidas reformo la casa de las enfermeras en la misión del Sagrado Corazón en Wanganui, construyo un pequeño puente para facilitar el acceso a la misión y la construcción de aulas en Victoria Falls.