FRENAR LA DESIGUALDAD ESTÁ EN TUS MANOS
Campaña contra el hambre 2023
El hambre y las desigualdades cren sin cesar. Más de 828 millones de personas pasan hambre y unos 800 millones viven con menos de 2 dólares al día, un cifra cien millones mayor que antes de la pandemia. Por otra parte la pobreza y el hambre tienen rostro femenino. Hay más desigualdades en el acceso al trabajo y a la protección social. Carecen en muchas ocasiones de trabajos remunerados y cuando existen sus ingresos no les permiten llevar una vida digna.
Hay que buscar un modelo económico que respete los derechos de todas las personas para reducir desigualdades y superar el asistencialismo.
"La pobreza no es fruto del destino sino consecuencia del egoísmo" recuerda el papa Francisco. Y añade: "Todo ser humano tiene derecho a vivir con dignidad y a desarrollarse integralmente, y ese derecho básico no puede ser negado por ningún país. Lo tiene aunque sea poco eficiente, aunque haya nacido o crecido con limitaciones. Porque eso no menoscaba su inmensa dignidad como persona humana, que no se fundamenta en las circunstancias sino en el valor de su ser. Cuando este principio elemental no queda a salvo, no hay futuro ni para la fraternidad ni para la sobrevivencia de la humanidad... Cuando este principio fundamental no queda a salvo, no hay futuro para la fraternidad ni para la sobrevivencia de la humanidad" (Fratelli tutti 107). Todos los principios de la Doctrina Social de la Iglesia : dignidad humana, destino universal de los bienes, bien común, opción por los pobres, solidaridad y justicia social nos ayudan a entender que las desigualdades son contrarias al ser humano y al plan de Dios sobre la humanidad.
Manos Unidas promueve proyectos de desarrollo que contribuyen a los cambios estructurales que necesitamos. "Es posible aceptar el desafío de soñar y pensar en otra humanidad. Es posible anhelar un planeta que asegure tierra, techo y trabajo para todos" (FT 127). No podemos hablar de problemas y quedarnos tan tranquilos cuando la solución está en nuestras manos. Siempre podemos hacer algo más. Por ejemplo, colaborar con los proyectos de cooperación al desarrollo que impulsa Manos Unidas, promover la agricultura familiar y ecológica. "Nuestra tarea, dijo Albert Einstein, debe ser vivir libres, ampliando nuestro círculo de compasión para abarcar a todas las criaturas vivientes y la totalidad de la naturaleza y su belleza"
Animo a la Delegación de Manos Unidas y a los socios y el voluntariado que la sostiene en la diócesis de Santander a que sigan financiando proyectos concretos para erradicar el hambre y favorecer el auténtico desarrollo en el Tercer Mundo. Poco a poco esta organización de la Iglesia se va extendiendo por diversos lugares de nuestra diócesis y va encontrando nuevos colaboradores. Y sed generosos en la colecta del próximo domingo.
+Manuel Sánchez Monge,
Obispo de Santander