Santiago de Castro es veterinario y uno de los participantes en el Programa de Voluntariado en Cooperación promovido por la Junta de Castilla y León. A su regreso de Guatemala, donde ha colaborado con un proyecto en apoyo a comunidades q’eqchí, comparte su experiencia en este vídeo.
De Castro explica los principales problemas de la región que visitó y en qué consiste su colaboración como voluntario. El objetivo del proyecto, ejecutado por la ONG “Sagrada Tierra” y cofinanciado por la Junta de Castilla y León y Manos Unidas, es apoyar a mujeres indígenas q’eqchí y mejorar la soberanía alimentaria, la organización y la salud de estas comunidades.
Tras tres semanas conviviendo con los q’eqchí, Santiago vino con una idea clara: «Desde aquí se pueden hacer muchas cosas, por nosotros y por ellos», asegura. Conocer esa realidad le ha hecho concienciarse y pensar que «hay que actuar; hay que hacer algo para que no ocurra este gran contraste entre pobres y ricos».
Ana González, también veterinaria de la Junta de Castilla y León, vivió una experiencia similar a la de Santiago. Colaboró en 2013 con otro proyecto de Manos Unidas que apoyó a comunidades campesinas en Bolivia mediante la dotación de ovejas de pelo, la construcción de corrales, bebederos y sistemas de riego, y la formación en salud animal, producción y comercialización.
«Me conmovió el cariño y la hospitalidad con la que me acogieron las comunidades», dice Ana, «su optimismo y el enorme agradecimiento que mostraban por el apoyo recibido». González hace hincapié en que la experiencia vivida le aportó una gran confianza en la cooperación al desarrollo: «He comprobado que, efectivamente, las ayudas llegan; y que sí se puede mejorar la vida de la gente con menos recursos».
Aprendizajes y experiencias «de ida y vuelta»
Desde su puesta en marcha en 2013, este programa de la Junta de Castilla y León ha permitido que 48 empleados públicos conozcan de primera mano experiencias de cooperación de 25 ONG en más de una docena de países de África, América y Asia.
Los participantes viajan en sus vacaciones y, durante su estancia en terreno, colaboran en actividades de acuerdo a su formación y perfil profesional: desarrollo y capacitación agrícola, agua y saneamiento, salud y prevención de enfermedades, educación y promoción social de colectivos desfavorecidos, habitabilidad básica y apoyo al emprendimiento de mujeres.
Para la Junta de Castilla y León, el programa está teniendo resultados muy positivos, ya que las personas voluntarias toman conciencia de otras realidades y se comprometen a difundir su experiencia al regresar a sus lugares de origen. Se trata de una experiencia «muy de ida y vuelta», aseguran desde el Servicio de Cooperación para el Desarrollo, ya que los voluntarios aprenden mucho con la experiencia, aportan sus conocimientos a las comunidades con las que colaboran y, a su regreso, «comparten todo lo vivido, sensibilizan y contribuyen a mejorar a nivel técnico nuestra cooperación al desarrollo». En este sentido, Santiago de Castro está realizando a día de hoy charlas de sensibilización en institutos de secundaria, centros de salud y distintos espacios profesionales.
Para Manos Unidas, el acuerdo suscrito con la Junta de Castilla y León es «una oportunidad excelente para que los profesionales conozcan la labor de la ONG» y para que el apoyo a las comunidades «se enriquezca con los aportes y conocimientos de los técnicos voluntarios».