El sábado 25 de marzo, en la sede del CEU en Bormujos, tendrá lugar un campeonato de fútbol solidario con el lema 'Métele un gol al hambre'.
Participarán 4 equipos: Personal CEU, Sacerdotes-Misioneros, Guardia Civil y Seminaristas-Pastoral Juvenil.
Habrá también un ambigú y diversas actividades para recoger fondos para financiar proyectos financiados por Manos Unidas. En este caso, se ha elegido el proyecto: "MEJORA DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA EN 10 ALDEAS TRIBALES KORKU EN DHARNI", en la India.
El proyecto se llevará a cabo en 10 pueblos de la región de Melghat, en el distrito de Amravati, del estado de Maharashtra, al oeste de la India. Los beneficiarios pertenecen a la tribu "korku", que es una de las tribus más antiguas de la India. La zona está en plena selva llena de colinas, en las cuales se asientan los pueblos. Los "korku" viven unidos como grupo y tratan de mantener su cultura tribal. La mayoría de los hogares están hechos de cañas y barro y viven con los animales domésticos dentro de las casas. Con la deforestación, la densidad de la selva se va reduciendo y el agua escasea cada vez más. La agricultura que practican es primitiva y sus cosechas insuficientes para su subsistencia, ya que dependen de la lluvia, que falla con frecuencia. El 80% de las familias vive por debajo del umbral de la pobreza y entre los adultos más del 95% son analfabetos. Todo ello, junto con el aumento de la población, hace que su situación sea muy apremiante.
La Congregación de Religiosas Franciscanas Clarisas, lleva años trabajando en esta zona. Lo hacen desde el centro de desarrollo Dayasagar, que en su día se construyó con ayuda de Manos Unidas. Ahora solicitan la colaboración de Manos Unidas para continuar trabajando en las 10 aldeas tribales seleccionadas, tras año y medio de implementación de actividades, con el objetivo de conseguir consolidar el trabajo comenzado y lograr la seguridad alimentaria de sus habitantes. Para ello, se van a centrar en intentar mejorar la agricultura, que es su principal medio de vida, y fomentar otras actividades alternativas de ingresos con las que sus habitantes puedan ganarse la vida. Así mismo, pretenden seguir formando a las mujeres, con especial énfasis en las jóvenes y en las viudas y mujeres maltratadas. Por último, se quiere trabajar con los niños para ir formándoles y a su vez paliar la desnutrición de los más pequeños, con un seguimiento personalizado de su salud. Para todo ello van a realizar determinadas actividades: con el fin de mejorar la producción agrícola, se dará formación en prácticas de agricultura sostenible, cultivos variados, la alternancia de cultivos, la realización de su propio abono orgánico, se proporcionará semillas de calidad y desarrollarán técnicas de preservación del campo de cultivo. Se limpiarán las tierras de piedras que impiden el cultivo, y con ellas se crearán muretes de contención para retener el agua de lluvia y evitar la erosión y pérdida del mantillo fértil. Se fortalecerán los grupos de autoayuda tanto de mujeres como de agricultores, jóvenes y niños. Habrá programas de formación para las mujeres, con enseñanzas sobre higiene y salud y derechos. A las mujeres viudas y maltratadas se les va a apoyar para que mejoren sus condiciones de vida, con cobijo transitorio y asesoramiento, y ofreciéndoles diversas actividades de generación de ingresos para que puedan ser autosuficientes. Los jóvenes recibirán formación en liderazgo y programas de orientación profesional, así como cursos de informática y costura como forma alternativa de ganarse la vida. Habrá también clases especiales de apoyo escolar para niños en las guarderías del gobierno de los 10 pueblos, con huertos nutritivos en todas ellas para la alimentación de los niños y revisiones médicas periódicas con seguimiento personalizado y el tratamiento necesario para evitar la malnutrición. El proyecto tendrá una duración de 2 años y beneficiará de forma directa a 700 personas y de forma indirecta a toda la población de las 10 aldeas. La contribución local consiste en un 15% de las semillas de cultivo, y un 10% de trabajo manual de campo para la creación de las estructuras de contención de agua, así como todos los gastos de transporte para la asistencia a las diversas actividades de formación, y todo ello representa un 12% del total del proyecto, aportando Manos Unidas el 88% restante. Se alinea con el ODS nº 1"Acabar con la pobreza".