Tras los años de parón por la pandemia y la suspensión del año pasado por la climatología –ola de calor- regresó la Operación Bocata en un día soleado en el que con la ayuda de un numeroso grupo de jóvenes y algunos sacerdotes se distribuyeron más de 1.000 bocadillos.
Como siempre la actividad fue posible gracias a la colaboración de numerosos establecimientos que generosamente, año a año, nos donan sus productos.