Maria Ramon, Voluntaria del Vendrell, ha visitado en viaje de formación a El Salvador. Comenta que “los proyectos visitados representan una mejora sustancial para las personas a quienes van destinados, ya que parten de necesidades básicas muy estructuradas por los socios locales, los cuales conocen sobradamente la amplitud y profundidad de las carencias que sufre el país.
Manos Unidas aporta, no solo el apoyo material y económico, sino también el fortalecimiento de las citadas estructuras, tanto en el campo educativo, como social, agícola o de apoyo a las iniciativas de emprender.
El Salvador es un país complejo en que se da lo mejor de las personas, pero también lo peor. El grado de violencia es considerable, sobretodo en áreas urbanas donde hay barrios marginales que concentran las maras, o grupos juveniles extremadamente violentos que se dedican, no solo al narcotráfico, sino también a la extorsión de la gente sencilla. Manos Unidas también interviene en esos barrios, procurando el fortalecimiento del tejido social, preservar niños y niñas, dando ayuda a las madres y abuelas que, además de trabajar, tienen que cuidarlos y a recuperar, dentro de lo posible, las calles, ya que, frecuentemente, la violencia hace que no se atrevan a transitarlos.
Visitamos estos espacios y la verdad es que Manos Unidas, con unos magníficos socios locales que conocen muy bien el territorio y sus posibilidades, contribuyen a avanzar hacia la normalización social. Costará porque el tema es muy complejo, pero poco a poco se van alcanzando metas de paz y de concordia”.