"Desde el 22 de marzo hasta el 15 de abril está declarado en todo el país el estado de emergencia sanitaria; nadie debe salir de casa. Durante este periodo, un miembro de la familia puede salir una sola vez a proveerse de alimentos; en las calles controlan la policía y el ejército. Si ocurriese como en España, en Bolivia sería una catástrofe sanitaria, pues nuestro de sistema de salud es precario." Así nos cuenta Mario Torres, el misionero que nos visitó en febrero desde Bolivia, cómo están viviendo el estado de emergencia en su país.
Como él, muchos otros lugares están sufriendo la escasez de medios sanitarios y monetarios. Las localidades más pobres se vuelven todavía más pobres porque la vida tiene ahora un coste más alto, que no pueden asumir. Cualquier acción o situación les pone en grave riesgo de contagio y, si fuera así, tienen menos posibilidades de acudir a un centro médico. Las poblaciones indígenas, en América del sur, son especialmente las que más preocupan a nuestros socios locales allí, pues normalmente ya ven vulnerados sus derechos y son una sociedad marginada. Iván Oropeza, indígena mexicano que nos visitó el año pasado para la campaña, nos cuenta la preocupación con la que viven este tiempo: "Las noticias que nos llegan acá son terribles, Dios mediante superemos esto lo más pronto posible. Acá en la comunidad estamos bien, estamos siguiendo las indicaciones y promoviendo las indicaciones del gobierno. Lamentablemente somos una región muy marginada, y ese el virus llega no tendremos los servicios médicos para atender, el hospital más cercano se encuentra a 60 kilómetros y tendrá que atender a 19 municipios (unas 140,000 personas), no habrá capacidad."
Desde Manos Unidas, seguimos trabajando y muy en contacto con nuestros socios locales para poder resolver las necesidades que tienen aquellos lugares en los que trabajamos. Desde Terrassa, estamos muy vinculados con América del Sur y seguimos hablando con los que nos han visitado recientemente, para poder colaborar con ellos en lo que necesiten. Ahora es el momento de poner en práctica todos aquellos valores por los que luchamos, y ponernos en el lugar del que sufre para que nos sienta cercanos.