El sábado 27 de enero, ha tenido lugar la Asamblea Diocesana de Manos Unidas, presidida por la Presidenta-Delegada, Elena Tortajada. Unos sesenta voluntarios de toda la diócesis han acudido a la convocatoria para tratar los temas de la próxima campaña de Manos Unidas que este año que llevará el lema “COMPARTE LO QUE IMPORTA”.
Hoy en día lo compartimos todo: fotos, vídeos, opiniones, experiencias… Nuestras redes sociales son, a veces, un cajón de sastre con publicaciones que compartimos sin pensárnoslo mucho. Compartir es una necesidad que tenemos en común todas las personas. Compartir nos hace más felices; dar y recibir nos hace más humanos. Pero todos podemos compartir mucho más. Podemos compartir el objetivo de Manos Unidas: acabar con el hambre en el mundo
Durante la asamblea contamos con el valioso testimonio del matrimonio misionero, Roger Marco y Maria Palau, que han dedicado tres años de su vida a vivir entre los más pobres en República Dominicana.
Después de unas palabras de ánimo de nuestro obispo, Don Enrique Benavent y del informe económico del año anterior, se anunciaron los proyectos a los cuales apoyará nuestra diócesis el 2018:
-Una ambulancia para la zona rural de Yamoussoukro, en Costa de Marfil, por un importe de 45.732 €.
-Programa de soberanía alimentaria en 11 comunidades indígenas Awajun y Wampi en la provincia de Condorcanqui, en el Perú, por un importe de 87.609 €
-Construcción de 3 aulas y letrinas para escuela rural en la aldea de Chama, en Zambia. Este, apoyado por la población de Benicarló con un importe de 25.703 €.
-Y un cuarto proyecto, para acabar de reconstruir un colegio en Haití afectado por el paso del huracán Matthew en 2016, al cual se ha destinado un legado solidario de 25.000 €.
Finalmente, los voluntarios explicaron las actividades que llevan a cabo a lo largo del año a sus parroquias y poblaciones para sensibilizar y recaudar fondos para los proyectos.
Sin duda, una jornada muy productiva y de convivencia.