La parroquia de San Juan de la Cruz se llenó de buena gente que llevó su faceta más solidaria para apoyar los proyectos de Manos Unidas.
La Orquesta y Banda Sinfónica, dirigidas por Javier Ávila, y el coro de la EMRP, dirigido por Enrique Griñó, arrancaron los aplausos de los asistentes que mostraron su entusiasmo por la gran música ofrecida: Mendelssohn, Beethoven, Tchaikovsky, List, para acabar con el público en pie al ritmo de la Marcha Radetzky de Strauss.
Gracias cómo no a la parroquia de San Juan de la Cruz, por ofrecer la gran acústica y el magnífico templo para apoyar a los más pobres.
Eventos benéficos como este sirven para llevar la justicia allí donde viven personas que carecen hasta uno de los derechos más esenciales como es la alimentación.