Esta mañana se ha celebrado en la Basílica de la Virgen la misa celebrada por el obispo Auxiliar de Valencia monseñor Arturo Ros, quien ha reconocido la labor de Manos Unidas y ha animado a todos sus voluntarios a no desfallecer y continuar con su esfuerzo.
En esta misa, retransmitida por La 8TV Mediterráneo, también se ha leído el Manifiesto de Manos Unidas que nos ha recordado que “en muchos lugares no hay sistemas sanitarios eficaces. No hay acceso al agua limpia, no hay viviendas donde confinarse, no hay escuelas que cerrar…ni siquiera hay alimentos”.
El manifiesto ha subrayado también que “un mundo mejor es posible” y que entre todos podemos lograrlo contagiando solidaridad, porque de hecho, durante la pandemia, muchas personas han recibido ayuda gracias a la generosidad de donantes, socios y voluntarios. A todos ellos monseñor Arturo Ros ha animado a seguir uniendo nuestras manos por los hermanos más desfavorecidos.
Desde 1963, el viernes anterior a su Jornada Nacional, Manos Unidas celebra el día del ayuno voluntario. No es un día cualquiera, es un día en el que, aún más si cabe, pensamos en todas las personas que no tienen qué comer.
"Al escoger libremente privarnos de algo para ayudar a los demás, demostramos que el prójimo que pasa dificultades no nos es extraño" (B.XVI)
