Los voluntarios de Manos Unidas Valencia han vuelto a encontrarse presencialmente por primera vez después de tantos meses, para ponerse al día sobre las actividades realizadas y sobre los planes de futuro. La delegada Ana Ruiz Ruiz quería recuperar el calor del compañerismo para impulsar esta etapa casi post-pandemia, tomando como primer punto de referencia la Cena del Hambre que se celebrará el 18 de junio.
Nuestro emblemático encuentro solidario, la Cena del Hambre, deberá ser también virtual, esperamos que por última vez; si bien, una de las lecciones aprendidas es que en el futuro convivirán la cena presencial en la Plaza de la Virgen, y la virtual en los hogares de cada uno.
La delegada Ana Ruiz cedió la palabra a los representantes de cada departamento para que hicieran balance de los tiempos de pandemia. No podemos dejar de agradecer a la Fundación Broseta que una vez más nos haya cedido generosamente un espacio donde encontrarnos, con las medidas de precaución que aún debemos mantener.
Ángel Marín, encargado de Cofinanciación, recordó que se han recibido subvenciones de las entidades como la Generalitat Valenciana y la Diputación de Valencia, así como de ayuntamientos locales. Mencionó también que hay ciertas dificultades para acceder a más convocatorias, lo que se tratará de mejorar de cara al futuro.
Pedro Luengo, responsable de Formación, explicó que la mayoría de actividades con colegios y universidades no se han realizado por razones obvias, pero remarcó el éxito que está teniendo “Educando en valores a través de la robótica”, subvencionado por la Generalitat Valenciana, que se está mostrando por diversos centros educativos. Además, se envió el material educativo a los colegios como todos los años, y también se ha remitido a los centros que han colaborado con almuerzos, carreras, bocadillos solidarios, etc, una carta de agradecimiento, un diploma y un comic, que explica un proyecto de educación en Etiopía. De esta manera se trata de poner en valor su apoyo, y de dar a conocer más profundamente el trabajo que hace Manos Unidas por la educación de los niños más pobres.
Sorteos, carreras, cenas virtuales…
Por parte de Comarcales, Elena Ruiz, ha explicado que durante todos estos largos meses se han ido actualizando las bases de datos (correos electrónicos, teléfonos, etc) y se ha mantenido el contacto telefónico. Algunas comarcales han organizado cenas del hambre virtuales y otras esperarán a verano para llevarlas a cabo. Sin duda, las actividades no se han apagado: sorteos, carreras, galletas o botellas de aceite, reparto de sobres de puerta a puerta… el arduo trabajo de nuestras comarcales es digno de alabanza.
Luis Sancho acaba de tomar el testigo de Eventos y nos ha resumido lo que se ha llevado a cabo: la exposición Arte Solidario y la de fotografía “24 horas en la vida de una mujer en India”, ambas en el Palacio de Colomina CEU. Y todo lo que está por venir: Exposición Solidaria en la Sala de Mosaicos de la Estación del Norte, gracias a la Escuela de Arte y Restauración Gaia y sus alumnos, y en proyecto muchas ideas: una carrera, un concierto… y todo lo que vaya surgiendo.
Más departamentos
Pepe García, también se acaba de hacer cargo de Empresas, y se propone la ardua tarea de sacar adelante, junto con sus compañeros, un departamento que debe ganar peso en el soporte de nuestra organización solidaria. Reconoce las dificultades, pero el ánimo es grande para promover el apoyo de entidades privadas para seguir construyendo pozos, levantando escuelas, edificando centros de salud …
Juan Arnal no pudo asistir a la reunión y dejó en manos de sus compañeras de departamento de Parroquias el balance de sus trabajos: también se encuentran en plena renovación de base de datos de contactos con párrocos y responsables, y tiene como finalidad crear grupos de actividad en las parroquias. Como novedad, durante los tiempos de confinamiento se formó un grupo de whatsapp para informar de lo que se ha llevado a cabo en nuestra delegación, al igual que ya se hacía con los voluntarios y delegadas comarcales.
A pesar de las dificultades provocadas por la pandemia, los departamentos se han esforzado para que la delegación mantuviera su actividad
María Londero habló en nombre de Operación Enlace. Una vez más, María nos regaló a todos los compañeros cariñosas palabras de ánimo y reconoció el trabajo de la delegación y también de Servicios Centrales, especialmente con los proyectos de emergencia. María reconoce el valor de “compartir nuestros sentimientos de forma presencial” lo que resulta un gran trampolín de motivación. “Hicimos 8 grandes proyectos como en años normales –dijo orgullosa- y los informes llegaron a su destino”.
Isabel Moleres explicó la situación del Departamento de Voluntariado: “se ha trabajado igual, con más e-mail y más teléfono”. Y También, cuando se ha podido se impartieron Talleres para las nuevas incorporaciones con las medidas de seguridad adecuadas. Isabel nos ha recordado el valor del trabajo en equipo, porque “si bien se ha trabajado desde casa, el refuerzo del compañerismo en la delegación promueve los resultados. La pandemia nos ha ayudado a reinventarnos y hacer más cosas nuevas”.
Eladio Seco de Herrera, nuevo Tesorero, ha empezado recordando a su antecesor, Ángel Ardid, quien estuvo tantos años al frente de las cuentas de la casa valenciana de Manos Unidas. Nos dio las buenas noticias de que nuestros resultados de 2020 han sido positivos a pesar del parón de la pandemia, ya que hemos quedado un poco por encima del año pasado, en total, 1.898.819 €.
El balance de resultados de 2020 ha sido de 1.898.819 €, lo que supone un pequeño incremento respecto al año anterior
En general, la falta de donativos presenciales se transformó en transferencias, y en el incremento de socios, muchos de los que subieron su cuota. Mil gracias a todos ellos. Del sector público recibimos ayudas pendientes de 2019 que nos han ayudado a balancear las cifras.
Dos competencias más que Eladio Seco afronta son los sistemas informáticos y las herencias. En cuanto a la informática, reconoce que es necesario rejuvenecer nuestros equipos, porque su desfase pone al límite la paciencia de nuestros queridos voluntarios. En cuanto a las herencias, suponen una fuente de ingresos sustancial, pero en ocasiones conlleva un trabajo complejo, muy especializado y difícil de abordar, para lo que será necesario un soporte complementario.
Constancia y compromiso
Ana Ruiz Ruiz se quedó para el final con la tarea de promover la reorganización de los departamentos por las bajas de voluntarios debido a la pandemia, y la necesidad de abordar nuevos retos, adaptándonos a los nuevos tiempos.
“Constancia y compromiso”, son las palabras que recalcan la grandeza de ser voluntario según nuestra delegada. El voluntariado implica “salir de nuestro bienestar. Ser voluntario nos debe salir del corazón y no ser una obligación”.
Según Ana Ruiz: “aunque haya un responsable de departamento, todos debemos aportar, implicarnos, comprometernos, hacer autocrítica y ser críticos, contribuir con iniciativas e ideas, porque todos somos equipo y así es cómo funcionan una organización de voluntarios como la nuestra”.
La delegada de Manos Unidas Valencia nos alentó “a seguir siendo actores de la transformación de los países en desarrollo” y quiso escuchar las inquietudes de los asistentes para esta etapa ya casi post pandemia que ha marcado un antes y un después en muchas personas.
En general, quienes tomaron la palabra reconocieron que la motivación de la relación presencial es muy alentadora, que la convivencia estimula, y que el día a día se aborda con más ilusión cuando te vas a encontrar con los demás voluntarios.
Desde Camerún
Recibimos la emocionante visita de una misionera carmelita, Pascale Nicolas, de paso por Valencia, quien aprovechó para agradecer a Manos Unidas el apoyo que se recibe en su actual destino, una leprosería en Camerún, en la que conviven estos enfermos con amputados por diferentes causas y también pacientes aquejados de tuberculosis multirresistente. Pascale nos agradeció la financiación en nombre de todas las hermanas y de todos los enfermos.
En unos breves minutos nos emocionó y nos hizo ver qué necesarias son las ayudas a los hermanos más pobres, hambrientos y enfermos. Pascale nos abrumó con su agradecimiento, porque es ella y las demás hermanas las que hacen un trabajo titánico con la fuerza del amor al prójimo y el amor a Dios.