Pero el hogar de cada uno ha sido también un lugar de encuentro, y de reencuentro con los familiares y amigos y así se refleja en las fotografías que nos habéis enviado. Nos ha encantado saber que muchos jóvenes y niños han compartido esta cena solidaria con el resto de su familia, podemos comprobarlo en las fotos recibidas.
Gracias a todos estos hogares cristianos, hogares solidarios en los que se ha puesto de manifiesto que a pesar de las dificultades, no hemos perdido la sensibilidad por quienes lo tienen aún más difícil que nosotros para salir adelante con todo el peso de una pandemia sanitaria y económica.
Vuestra generosidad ha sido notable y queremos daros las gracias a todos por el esfuerzo que habéis hecho con vuestros donativos que harán la vida un poco más fácil a nuestros hermanos de África, América Latina e India, que apenas tienen que comer y que por supuesto, no tienen para comprarse una pastilla de jabón, o agua suficiente con la que asearse las manos para prevenir los contagios.
Con vuestros generosos donativos se lo habéis puesto más fácil a los más pobres, que sufren más aún el peso de la pandemia.
Como habéis podido comprobar por las informaciones que os hemos hecho llegar sobre las Ayudas de Emergencia, en muchos casos, al verse obligados a estar confinados, carecían de sus ya precarios medios de subsistencia. Nuestros socios locales, que han estado en primera línea dando la batalla por los más pobres, nos han hecho llegar sus solicitudes en las que se pedían cosas básicas: arroz, legumbres… y también mascarillas y jabón.
También se ha hecho llegar a los sanitarios, material para atender a los enfermos, y semillas con las que vislumbrar un futuro de esperanza para quienes viven de la agricultura. Se han hecho cosas tan básicas como informar de lo que es el coronavirus y traducir a sus lenguas indígenas la información que no sabían ni cómo interpretar, parece mentira la indefensión de algunas personas que ni entienden por qué deben estar confinados.
Ya sabemos que se esfuerzan, siempre, y una vez más han trabajado muchísimo y han sido tremendamente generosas. Contamos con un gran equipo voluntario que desde cada una de sus delegaciones comarcales ha hecho de su vocación de ayudar al prójimo una gran virtud con la que nos hemos sentido emocionados. Tenemos el orgullo y el honor de que toda esta buena gente, nuestras delegadas comarcales, hayan elegido Manos Unidas para ayudar a los necesitados.
Tenemos el orgullo y el honor de que toda esta buena gente, nuestras delegadas comarcales, hayan elegido Manos Unidas para ayudar a los necesitados.
Nuestros voluntarios en Valencia son también lo más grande y han estado a la altura de las circunstancias, trabajando desde casa y apoyando la Cena del Hambre Virtual con todas sus fuerzas.
Os dejamos con las imágenes de vuestras cenas solidarias, con la esperanza de que el año que viene nos reencontremos de nuevo en la Plaza de Virgen.