El hecho de que haya alrededor de 735 millones de personas que pasan hambre en el mundo es una injusticia que no nos puede dejar indiferentes. Manos Unidas nació precisamente para luchar contra el hambre y 66 años después seguimos, con esa tarea.
Un acto que representa nuestras dos áreas de trabajo, la sensibilización y la financiación de proyectos es la cena del hambre, que consiste en tomar una comida austera –pan con aceite, agua y una fruta- para sentir, un poco, el hambre que tantas personas sienten, y donar la cantidad que nos hubiéramos gastado en una cena habitual para apoyar a los que pasan hambre cada día de sus vidas.
Muchas localidades y parroquias organizan esta velada solidaria en cualquier época del año, pero principalmente en la época del lanzamiento de campaña que es en febrero.
Como ejemplo de todas las que se celebran en las parroquias hemos recibido información de varias de ellas.
En la parroquia Nuestra Señora de los Desamparados, en Nazaret, tuvo lugar una cena del hambre con participación del grupo de jóvenes quienes prepararon una reflexión y una dinámica. Consistió en una pequeña obra de teatro que representaba el lema de este año “Compartir es nuestra mayor riqueza”.
Como en otras ocasiones, hay personas y comercios generosos que donan los alimentos que se van a tomar para que el gasto sea el menor, y en este caso un vecino les regaló las naranjas del menú.
También en el barrio de Nazaret, los Clavarios de la Fiesta del Santísimo Sacramento organizaron una paella solidaria cuyas raciones se ofrecían a 4 €. Colaboraron con los gastos del arreglo de la paella la Falla Major Moraira – Nazaret.
Prepararon 150 raciones que por causa de la lluvia hubo que degustar en los locales de la parroquia y en los de las Fiestas del Cristo.
Toda la recaudación fue para nuestra organización.
Asistió a la cena del hambre de esta parroquia el obispo emérito de San Feliu de Llobregat, monseñor Agustín Cortés
La cena solidaria se desarrolló en un ambiente de cordialidad con el austero menú tradicional.
Dos jóvenes que pasan sus veranos como voluntarias en África, se ocuparon de la presentación de la campaña 66 “Compartir es nuestra mayor riqueza” y hablaron del proyecto que este baño han tomado como ejemplo las parroquias de la diócesis “Iniciativas agroecológicas como alternativa de economía social en Maranhao”, en Brasil, cuyo importe es 90.265 €.
Marta Davó como representante del Grupo de Jóvenes de Manos Unidas explicó el proyecto de este año, el de Brasil, y Nacho Sancho para explicar la Economía de Francisco, que forma parte del argumentario de la campaña.
El padre Andrés bendijo la mesa en la fraternal cena del hambre que se celebró en la parroquia. Varios voluntarios de Manos Unidas Valencia María Londero, Riansares Sánchez y María Gutiérrez que pronunció unas palabras para hablar de la campaña que da comienzo el mes de febrero.
El equipo parroquial de Manos Unidas preparó las mesas en las que se reunieron 30 personas. Tomaron el menú clásico de pan con aceite -aportado por el Horno Valencia- agua y un plátano. Participaron también feligreses de la parroquia de San Valero.
También se puso una mesa con merchandising de Manos Unidas todo el fin de semana.
Gracias a todas las parroquias, voluntarios, feligreses, párrocos... por trabajar por los más pobres.