El proyecto beneficiará a 73 productores agrarios de escasos recursos económicos que viven por debajo del umbral de la pobreza en el municipio de La Descubierta, en el suroeste del país.
La iniciativa surge de las organizaciones comunitarias, que junto a la pastoral social Cáritas Barahona, presentaron sus problemas en las reuniones de las comunidades.
El proyecto se enmarca en la Estrategia Nacional de Desarrollo de la República Dominicana que trata de generar crecimiento sostenible, con un empleo capaz de insertarse en la economía global. Su objetivo es fomentar la alimentación de las comunidades en armonía con el medio ambiente y restaurar las parcelas agrícolas afectadas por la deforestación.
Así, el proyecto incluye la plantación de 69 hectáreas para el consumo de las comunidades, la construcción de un centro para organizar el banco de semillas, la instalación de cuatro máquinas para los abonos orgánicos, 30 viveros de café de variedad resistente así como plantar en las parcelas deforestadas cerca de 22.000 árboles frutales y otros para aprovechamiento de las maderas.
Además, se realizarán 18 talleres sobre prácticas de conservación de suelos, sobre cómo atajar las plagas del café, preparar a los campesinos sobre la gestión de las cooperativas, además de intercambios de experiencias con otras comunidades.
Las comunidades a las que va dirigida el proyecto son de difícil acceso geográfico, carecen de medios económicos, materiales y técnicos para fomentar el cultivo de sus parcelas agropecuarias familiares. En la región hay desempleo y contratación ilegal. Además es una de las provincias con el índice de desarrollo humano más bajo del país y con los peores indicadores en salud, educación e ingresos.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
