El proyecto beneficiará a 120 alumnos que no pueden incorporarse al sistema educativo libanés, por haber perdido más de dos años de escolarización. Los alumnos son niños y niñas entre 6 y 15 años de los cursos de primero a noveno.
Para paliar esta situación, el Patriarcado Sirio Católico de Antioquía ha alquilado por las tardes el edificio de una escuela libanesa para impartir a los niños refugiados tres horas y media de clases de apoyo y por ello solicitan una pequeña aula de informática.
En la escuela los alumnos reciben clases de matemáticas, ciencia, inglés y árabe. El año pasado, con la ayuda del socio local Pontifical Mission recibieron clases para 650 niños y este años ya hay matriculados 550.
Pontifical Mission, gracias a los fondos de una ONG alemana, cubre los gastos de alquiler y salarios de los profesores de la escuela y Manos Unidas equiparará el aula de informática y pagará al profesorado el primer año.
Además de la restauración del aula, el proyecto incluye la actualización del cableado eléctrico y la adquisición de ordenadores, mesas y sillas para los alumnos y el profesor.
Líbano, que limita al norte y este con Siria y al sur con Israel, debido a su situación es uno de los países más afectados por la actual crisis de los refugiados. Tiene acogidos a 1.500.000 personas refugiadas sirias, 400.000 palestinas y 75.000 iraquíes, y como la población del Líbano es de 4.500.000 habitantes, más del 30 por ciento de la población son refugiados, y el país está al borde del colapso económico y social.
Además, las incursiones del ISIS en Irak y la persecución a los cristianos ha hecho constante la llegada de familias, lo que ha provocado la subida del precio de las viviendas y que las escuelas y los servicios médicos y sociales estén colapsados. Por ello los refugiados se ponen en contacto con las iglesias de sus ritos buscando ayuda.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.